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El traje, los zapatos, el convite… y el gluten
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Comunión y celiaquía

El traje, los zapatos, el convite… y el gluten

Actualizado 03/03/2020
Jorge Trevín

Las familias con un niño celiaco han de estar atentas a un detalle más que el resto pues las hostias consagradas contienen más gluten del tolerable. La iglesia ofrece soluciones

Quienes no padecen la intolerancia al gluten no suelen reparar en lo que sucede con los celíacos católicos. Hoy por hoy, y no sin debate, el sacramento de la Comunión ya no es un problema por la presencia de gluten en la hostia. La iglesia, a través de la Congregación para la Doctrina de la Fe -que cuando se pronunció sobre este asunto en 1995 estaba bajo el mandato del cardenal Ratzinger, hoy papa emérito-, estableció las pautas para la Comunión de los celiacos. Así, solo las obleas son válidas si en ellas permanecen la cantidad de gluten suficiente para obtener la panificación y si el procedimiento usado en su elaboración no desnaturaliza el pan. Por ello, se permite a los celíacos comulgar bajo la forma del vino; es decir, bebiendo del cáliz y también con obleas elaboradas a partir de almidón de trigo que hayan sido tratadas para reducir su contenido en gluten hasta límites tolerables. Para evitar contaminación, que sería muy dañina para los intolerantes a la proteína, se recomienda la utilización de un cáliz diferente al del sacerdote.

A este respecto, la Sociedad Española de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica estableció, después de diversos estudios, que el peso medio de la oblea consagrada es de 184,5 mg y que el contenido medio de gluten por cada una es de 17, 4 miligramos, lo que representa un peligro para los pacientes celíacos. Sin embargo, las obleas hechas con almidón de trigo, que es la harina sometida a un proceso de extracción del gluten -la 'molturación húmeda'-, no deberían dar ningún problema pues mantienen una cantidad máxima de gluten de 0,016 miligramos por kilo, un porcentaje perfectamente tolerable para los enfermos y también para la panificación. Siguen siendo cuerpo de Cristo.

La 'molturación húmeda' consiste en dividir las partes del almidón y el grano. El resultado es la obtención de almidón, proteína, aceite y fibras. El almidón es más denso que la proteína así que ambos se separan naturalmente, sin embargo este está contaminado, por ello se limpia y centrifuga hasta que queda sin resto alguno de la proteina responsable de esta enfermedad crónica.

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