La Consejería de Cultura y Turismo de la Junta financia la restauración cifrada en 72.285,96? adjudicada a la empresa Babelia Conservación y Restauración de Bienes Culturales S.L.
Tres restauradoras están trabajando desde el pasado mes de enero en la rehabilitación del retablo central de la iglesia de Santiago Apóstol de Sobradillo. Desde hace más de dos décadas se estaba a la espera de una intervención en este Bien Cultural, ya que se había detectado un fallo de anclaje en el muro trasero y era patente el desplome de parte de la estructura por lo que era necesaria su rehabilitación. La Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León ha promovido y financiado la restauración del retablo de madera tallada y policromada del siglo XVIII y de estilo barroco, que ha sido adjudicada a la empresa Babelia Conservación y Restauración de Bienes Culturales S.L, con sede en Ávila. La adjudicación asciende a los 72.285,96 euros, con una distribución de anualidades de 20.653,12 euros en 2019 y 51.632,83 euros en 2020 y el plazo de ejecución de la obra es de siete meses, a partir de la formalización del contrato con la empresa adjudicataria (noviembre del 2019). Las obras serán cofinanciadas mediante el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Fondos FEDER).
La intervención en la iglesia de Sobradillo se ha iniciado con el desmontaje completo del retablo, una actuación que no es habitual en los proyectos de rehabilitación de los retablos pero que se hacía necesaria en este caso dado el importante desplome de la estructura. En estos días, los trabajos, que se realizan en el taller montado en el mismo templo, se están centrando en la limpieza de la policromía de cada rincón del retablo de madera tallada y policromada, con el objetivo de llegar a la pintura original ('el oro') que se aprecia es de calidad.
Retablo barroco de comienzos del siglo XVIII
El retablo central de la iglesia parroquial de Sobradillo es una estructura de madera tallada y policromada, de comienzos del siglo XVIII y de estilo barroco. Mide 7,60 metros de alto por 8,65 metros de ancho. El retablo presenta tres calles y un cuerpo central con un ático y un banco. Este último acoge el sagrario en la calle principal. Dos puertas en las calles laterales sirven de acceso al interior del retablo y al camarín de la Virgen del Rosario, que ocupa el lugar más destacado de la calle central.
Los elementos que separan las calles son unas columnas barrocas con decoración de carácter vegetal y formas simétricas. En ellas se incluye un espejo ovalado y un querubín. El retablo se asienta sobre una base de piedra. Los elementos estructurales que se adelantan (calle central) o se retraen (calles laterales), representan una técnica propia de la época.
Respecto a la iconografía, existen algunas esculturas policromadas sin conexión temática entre ellas, como corresponde a los retablos barrocos del siglo XVIII. La hornacina que remata el retablo cobija una Virgen con el Niño del siglo XVI. Es la talla más antigua y peor conservada de la iglesia. Todo parece indicar que perteneció al anterior retablo. También existen esculturas del arcángel Miguel, San José con Jesucristo de niño, Juan Bautista y el propio Santiago, así como la figura central de la Virgen.
La propiedad de la obra corresponde a la Diócesis de Ciudad Rodrigo.
Deterioros e intervenciones en el Bien Cultural
El paso del tiempo y algunas desafortunadas intervenciones de la naturaleza y del hombre han provocado el deterioro de esta importante obra cultural. En el diagnóstico realizado para el proyecto de la intervención se recoge "el envejecimiento natural de la madera y del resto de materiales, por la propia composición de los materiales y a las condiciones medioambientales respecto a su conservación", así como "los problemas de vencimientos y desplomes en la arquitectura del retablo, que son muy graves y afectan a la estabilidad de la estructura en su conjunto". El estudio también refleja "los daños provocados por insectos xilófagos, aquellos que se alimentan de madera" y los "daños por manipulación, que son los más numerosos, e incluyen desperfectos por clavos, roturas, quemaduras?". En esta línea también es reseñable el aspecto de las "intervenciones antropogénicas por cambio de gusto o uso litúrgico, que, a falta de investigar en profundidad, da la impresión de ser un espacio seriamente alterado". Las esculturas también presentan serios desgastes e incluso quemaduras.
Con este diagnóstico, las intervenciones en el retablo mayor de Sobradillo se centran en la protección de estratos, limpieza superficial y desmontaje del conjunto, la consolidación de los soportes, trabajos de carpintería, limpieza de los elementos metálicos, planificación de las nuevas zonas de anclaje y montaje del conjunto. La limpieza de la policromía será una de las actuaciones más reseñables y visuales. En la última fase se ejecutará el asentado y fijación de la estructura, el barnizado final y la reintegración cromática.
Los vecinos de Sobradillo están ya expectantes por contemplar el rehabilitado retablo de su iglesia parroquial antes de la fiesta de Santiago Apóstol, el día 25 de julio.
La iglesia parroquial de Sobradillo dedicada a Santiago Apóstol
La iglesia parroquial de Sobradillo está consagrada al apóstol Santiago. La construcción de este templo se realizó desde el siglo XVI hasta el siglo XVIII. La portada renacentista de la fachada oeste pertenece a esta primera época, así como el coro, las bóvedas de arista y la torre campanario, adosada a los pies por el lado norte.
Durante el siglo XVII se construyeron las portadas barrocas del sur y del norte. En la segunda mitad del siglo XVIII (año 1789 según una inscripción del exterior del templo) se construyó el camarín de la cabecera.
Como todos los pueblos del señorío histórico de la comarca salmantina del Abadengo, Sobradillo estuvo en poder de la Orden del Temple-Santiago, pasando en el siglo XIV a depender directamente del obispo de Ciudad Rodrigo. Desde el siglo XVI se convirtió en una villa de señorío secular. En 1784, esta villa tuvo mercado de ganado todos los miércoles del año, por Real Cédula concedida por Carlos III.
Sobradillo fue durante muchos años paso obligado del camino de Santiago portugués. Los peregrinos portugueses cruzaban el río Águeda por el punto fronterizo del municipio conocido como el Vado de la Barca.