Dicen que el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones, y de ellas, en mi opinión viene abusando este primer gobierno de coalición, como tambien lo hicieron otros antes. Pero sabemos que la buena intención no es suficiente que prácticamente de nada sirve (salvo para ampliar el empedrado del camino del infierno), si no se materializa en acciones que beneficien y solucionen problemas reales de ciudadanos reales.
Entre las buenas intenciones de gobierno del Sr. Sánchez están: subir y garantizar las pensiones; una subida de un 2% para los funcionarios públicos; subir a lo largo de la legislatura el salario mínimo hasta situarlo en 1.200 euros mensuales; proteger al 100% de las familias que se encuentran en situación de pobreza energética y otras. Todas estas bienintencionadas medidas suponen una fuerte inversión, y claro, los recursos necesarios procederán de los impuestos que TODOS debemos pagar, así tiene que ser en una Estado de derecho. La pregunta es ¿de dónde saldrán estos fondos?
Una de las apuestas fuertes y arriesgadas del Ejecutivo, es la implantación de lo que se ha venido en llamar la tasa Google y la tasa Tobin, a las que el Consejo de Ministros ya ha dado luz verde. A través de ellas esperan recaudar unos 2.000 millones de euros. Creo que merece la pena detenerse un poco en ver estos impuestos con cierto detalle.
La tasa Tobin, también conocida como Impuesto sobre Transacciones Financieras (ITF), fue propuesta, el ya lejano año 1971, por el estadounidense y Premio Nobel de Economía, James Tobin, pero ignorada por completo. En los años 90 la Asociación por la Tasación de las Transacciones financieras y por la Acción Ciudadana (ATTAC), reformulo la propuesta del Sr. Tobin y propuso que los importes recaudados por esta vía se destinara a fines sociales y de interés global. En 2011 apoyada su aplicación en el seno de la Unión Europea por varios países ? entre ellos España - y más de 350 Organizaciones No Gubernamentales (ONG) lo apoyaron. Oxfam Internacional la rebautizó como Tasa Robin Hood.
Para no liarme, puesto que no soy especialista en economía internacional, la propuesta que estaba encima de la mesa de la Comisión Europea era que a la compra y la venta de acciones se les aplicara un impuesto del 0,1% y al resto de productos financieros un 0,01%. Parece poco, pero dado el volumen de movimientos, supondría a nivel europeo entre 30.000 y 35.000 millones de euros y en el caso de España unos 5.000 millones de euros. Se trata de un impuesto que pagarían sólo los grandes operadores y que, según la proposición que se barajaba en Europa por aquellas fechas, se destinaría a programas sociales en los países en que se implantara, en ayuda al desarrollo internacional y lucha contra el cambio climático. La idea parecía buena y, como digo, gozaba de un amplio apoyo, en 2012 Bruselas dio luz verde a su aplicación de 10 países europeos, pero con la banca hemos topado, la cosa se fue demorando, los países comenzaron a retirarse de acuerdo justificándolo como "problemas técnicos de aplicación" y finalmente fue archivada. ¿Tendrá más suerte el gobierno de coalición?
Otra de las propuestas estrella para incrementar la recaudación de impuestos es la Tasa Google. Esta, quiere establecer un impuesto del 3% para aquellas empresas que operan en España y obtienen unos ingresos anuales a nivel mundial de al menos 750 millones de euros y en nuestro país superiores a los 3 millones, por ejemplo Google, Facebook, Amazon o Appel, pero también Movistar, Vodafone, Uber, etc.
Soló para que nos hagamos una idea las 4 primeras juntas pagaron en nuestro país en 2017 apenas 24 millones de euros a Hacienda, cuando sus ingresos totales en 2018 fueron de: Google 63.803 millones de dólares; Facebook 40.650millones; Amazon 232.887 millones; Apple 52.200 millones. Cifras de mareo
La vicepresidenta económica, Nadia Calviño, dice que esperan recaudar unos 2.000 millones de euros con la aplicación de estas tasas, pero Francia ya ha reculado en su aplicación y es que el Presidente Trump ha dicho que, de aplicarse, tomará las medidas oportunas. En nuestro pais la tasa Google ya está "congelada" al menos hasta fin de año.
Escribió Miguel de Cervantes: La valentía que no se funda sobre la base de la prudencia se llama temeridad, y las hazañas del temerario más se atribuyen a la buena fortuna que a su ánimo. Así que Sr. Sánchez, yo le recomendaría que fuera algo más prudente al pregonar sus "buenas intenciones" aunque puede, no caerá esa breva, que le sonría la buena fortuna. Quizás ese sea el motivo de que la oposición esté tan revolucionada ya que si le sale bien, por fortuna, van a chupar banquillo muchos años. Veremos.
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