La lejía desactiva la amenaza del virus en apenas cinco minutos por lo que su uso es una de las principales recomendaciones para desinfectar la estancia por la que pasarían los enfermos de coronavirus ingresados en Salamanca
El protocolo de actuación ante la irrupción del COVID-19 en Salamanca también establece que los deshechos generados en esta situación serán catalogados como residuos biosanitarios especiales. En esa línea, también detalla que la limpieza y desinfección de superficies con las que ha estado en contacto el paciente se realizará con un desinfectante de hipoclorito sódico. Quienes realicen estas tareas deberán vestir el equipo de protección individual adecuado.
La limpieza y desinfección en las superficies y el mobiliario, aclara el completo protocolo, se realizará a base de peróxido de hidrógeno. Para la limpieza y desinfección de la habitación -caso de los baños, los suelos y las paredes- se empleará el hipoclorito de sodio ya que estos tipos de virus se inactivan después de 5 minutos en contacto con desinfectantes normales como la lejía doméstica (el resultado de mezclar ese compuesto químico con agua). El material de limpieza, de uso exclusivo, también se deberá desinfectar una vez terminados los trabajos.
En el caso de la ropa de los enfermos, el protocolo establece que habrá de manejarse de manera que se evite la transferencia de microorganismos a los pacientes y al medio ambiente. Por ello se exige que se introduzca en una doble bolsa que se cerrará dentro de la propia habitación.
La vajilla utilizada por los pacientes lleva también su propio tratamiento especial. Cuando se atienda a una persona con coronavirus se utilizarán bandejas y vajillas desechables, que se eliminarán posteriormente como residuos sensibles.
Finalmente, y en cuanto a la limpieza terminal, la que se produce después de un alta, la norma estable que se someterá a un ciclo de desinfección mediante aerosolizacion con peróxido de hidrógeno.