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Habitaciones 625 y 629, las ‘unidades de aislamiento’ del Clínico
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Urgencias y la UCI cuentan también con espacios acotados

Habitaciones 625 y 629, las ‘unidades de aislamiento’ del Clínico

Actualizado 19/02/2020
Jorge Trevín

El protocolo de actuación del Complejo Hospitalario de Salamanca ante una sospecha de coronavirus determina con claridad dónde se acogería a las personas afectadas y a quienes se relacionen con ellas junto a las precauciones a tomar

Al tratarse de un caso atípico, el internamiento hospitalario también se rige por unas normas especiales en el caso de un diagnóstico de COVID-19. El primer enfermo de coronavirus que ingrese en Salamanca irá a parar a una habitación individual de la sexta planta del Hospital Clínico, concretamente a la 625 o la 629.

Sería el final de un proceso recogido paso por paso en el protocolo de actuación y que se activaría ya ante la sospecha de infección por el COVID-19. El documento es tan sumamente minucioso que contempla todos los escenarios posibles ante la llegada de un paciente presuntamente afectado por la enfermedad al hospital. Así, determina qué se debe hacer si entra por Urgencias del Virgen Vega, del Clínico, por urgencias pediátricas o entra al hospital trasladado por un servicio de emergencias. En los dos primeros supuestos ya en Admisión se le preguntará al paciente si tiene problemas respiratorios y si ha viajado a China en los 14 días anteriores. En caso afirmativo, será trasladado a un consultorio específico y lo hará provisto de mascarilla. Si necesita hacer un trayecto andando, será custodiado por un celador. Una vez en ese consultorio será trasladado al Box número 6. Si en ese momento no estuviera disponible la atención de le ofrecerá en el box de Triaje.

Si todos los controles van dando positivo hasta el punto de que termina por activarse la alerta de COVID-19, desde Urgencias se realizará una comunicación inmediata a la autoridad sanitaria, al jefe de guardia y a medicina preventiva. A continuación, las muestras tomadas se enviarán al Centro Nacional de Microbiología bajo los parámetros también determinados en el protocolo e, inmediatamente después, se procede al ingreso hospitalario. Si el estado del enfermo exige su traslado a la UCI, se le atendería en el box número 1. De no estar disponible, el 2 o el 4 serían las alternativas.

Durante todo el proceso previo a un hipotético ingreso, aquellos pacientes que se identifican como casos en investigación deberán separarse del resto y serán conducidos de forma inmediata a una zona de aislamiento. El personal que los acompañe a está esa zona llevará también mascarilla. Cuando se prevé la necesidad de utilizar aerosoles, el protocolo aconseja el empleo de habitaciones de presión de aire negativa.

Una vez ya ingresados, solo se permitirá un acompañante por paciente, que deberá ser siempre la misma persona. El contacto con personas en formación de cualquier categoría profesional no estaría permitido, como tampoco con trabajadores especialmente sensibles, caso de aquellas mujeres embarazadas o en periodo de lactancia. Respecto al personal sanitario y cualquier otra persona que entre en la habitación de aislamiento, caso por ejemplo de los trabajadores de los servicios de limpieza, si van a mantener un contacto a menos de dos metros del paciente deberán llevar un equipo de protección individual para la prevención de infecciones por microorganismos transmitidos por gotas y por contacto. Ese equipo incluye mascarilla quirúrgica. Si el contacto con el paciente es directo también habrán de portar una bata impermeable, guantes y protección ocular integral.

Movilidad del paciente

Asimismo, se limitará el movimiento y el transporte del paciente fuera de la habitación. En la medida de lo posible, se le realizarán las pruebas con equipos portátiles dentro de la propia habitación. Si fuera inevitable salir de la habitación, el paciente portará mascarilla quirúrgica, la unidad receptora deberá ser informada previamente, la atención se programará en último lugar y todo el personal que entre en contacto con la persona enferma portará equipo de protección que, tras finalizar la atención, habrá que limpiar y desinfectar.

¿Y qué pasa si el paciente debe trasladarse fuera del hospital? En estos casos, el traslado se realizaría en una ambulancia especialmente preparada con la cabina del conductor físicamente separada del área de transporte del paciente. El personal que intervenga deberá utilizar equipo de protección individual adecuado y, una vez finalizado el servicio, se procederá a la desinfección del vehículo ya la gestión de los residuos producidos.

El hecho de que se haya previsto cada detalle demuestra, de una parte, que el Complejo Hospitalario Salmantino está perfectamente preparado para asumir una situación que ojalá no se llegue a producir y, de otro lado, que cuenta con un equipo humano de enorme efectividad y celeridad en la respuesta ante una situación excepcional.

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