Denuncian que, con la reforma sanitaria que pretende implantar la Junta de Castilla y León, para recibir atención médica será necesario pedir cita previa: "Han decidido llevarse a los médicos de nuestros pueblos"
Al grito de "nuestro médico se queda" unas 400 personas se han opuesto en Villoria a la reforma sanitaria que pretende impulsar la Junta de Castilla y León. En la concentración, que ha tenido lugar este domingo a las puertas del centro de salud, ha sido leído un manifiesto con el que se han opuesto al "desmantelamiento de la sanidad rural que planea la Junta".
"Quieren agrupar consultorios, concentrando la asistencia médica en unas pocas localidades con Centro de salud y en un número pequeño de Consultorios Rurales de Agrupación", han asegurado en el manifiesto, leído por Nieves Alonso, concejala de BIEN en el Ayuntamiento de Babilafuente. "Para que nos atiendan, será necesario concertar cita previa con el profesional médico o de enfermería, o bien solicitar la cita por vía telefónica o telemática. Dicho de otro modo, han decidido llevarse a los médicos de nuestros pueblos". "Esto no es una reforma, son recortes", han denunciado.
"Tratan de confundirnos al insistir en que 'no se cerrará ningún consultorio'. Por supuesto, faltaría más: los consultorios locales son nuestros, de los municipios, de los pueblos y sus vecinos, y no los cerraremos, pero un consultorio sin médico ni enfermera no es un consultorio".
Entre los asistentes han estado numerosos cargos públicos del PSOE, partido político impulsor de la plataforma Nuestro médico se queda, convocadora de la concentración. El diputado David Serrada, los senadores Francisco Díaz y Elena Diego, los procuradores Fernando Pablos y Rosa Rubio y los diputados provinciales Fernando Rubio, Carmen Ávila y Beatriz Martín acudieron a Villoria. También se sumaron los alcaldes de Babilafuente, Lorenzo Bautista; Villoruela, Florentino Hernández; Huerta, Juan Ramos; El Pedroso de la Armuña, Ángel Gómez; y El Campo de Peñaranda, Luis Pinto. Se mezclaron entre los vecinos llegados desde los pueblos pertenecientes a la zona básica de salud de Villoria. Ante el centro de salud, enarbolaron dos pancartas contra la reforma sanitaria.
"Hoy, ante el centro de salud de Villoria, todos los presentes estáis dando una lección de dignidad al uniros para reclamar los mismos derechos que cualquier habitante de cualquier ciudad, ni uno más pero ninguno menos. Quienes poblamos el medio rural de estas tierras pagamos nuestros impuestos y haremos valer nuestros derechos y nuestro futuro. Defendernos no es cuestión de calidad de vida, es cuestión de supervivencia", sentenciaba el manifiesto.
Manifiesto leído en la concentración:
En el pasado mes de noviembre, hace ahora tres meses, amanecimos con una terrible amenaza para la vida en nuestros pueblos y para nuestro futuro. La Junta de Castilla y León publicaba el documento marco con su nuevo modelo de asistencia sanitaria para el medio rural. En una primera lectura la sensación es de perplejidad: sencillamente, no te lo crees. Después, a medida que se profundiza en el documento, la incredulidad se convierte en indignación y, por fin, uno se da cuenta de que la única manera de repeler un ataque es una buena defensa.
Si la Junta consigue sacar adelante su reforma sanitaria rural, significará la puntilla para los pueblos, para las zonas más castigadas por el envejecimiento demográfico y la despoblación; en definitiva, para nuestros territorios más vulnerables.
Quieren agrupar consultorios, concentrando la asistencia médica en unas pocas localidades con Centro de salud y en un número pequeño de Consultorios Rurales de Agrupación. Los demás consultorios, la inmensa mayoría, pasarán a llamarse Consultorios de Proximidad. Pues bien, la Junta quiere terminar con la asistencia sanitaria ordinaria en estos consultorios, quieren llevarse de la mayor parte de nuestros pueblos las consultas de medicina y enfermería que hoy se realizan en horario semanal preestablecido. Para que nos atiendan, será necesario concertar cita previa con el profesional médico o de enfermería, o bien solicitar la cita por vía telefónica o telemática. Dicho de otro modo, han decidido llevarse a los médicos de nuestros pueblos.
Pasando por alto el deterioro de la asistencia sanitaria rural en Castilla y León de los últimos años, hoy cualquier vecino de un pueblo puede ir a su consultorio a la hora en que sabe que estarán el médico o la enfermera. Esa certeza es esencial para nosotros, especialmente para las personas mayores. Arrebatárnosla es condenarnos.
Queridos amigos y amigas, esto no es una reforma, son recortes, y comienzan por los territorios más despoblados, envejecidos y vulnerables, donde habitan quienes más van a sufrirla y menos van a contestarla. Una reforma de verdad comenzaría con un análisis del territorio, con un mapa donde se indiquen las necesidades de cada núcleo de población y se explique cómo se van a atender. En todo caso, debe partir de consultas previas a municipios, vecinos y profesionales. Su reforma, señores de la Junta de Castilla y León, es de despacho: para ustedes, quienes poblamos las tierras rurales de Castilla y León no somos personas, somos "masa crítica", y parece ser que no merecemos un horario fijo de atención de médicos y enfermeras en nuestros consultorios. No es una reforma, es el desmantelamiento de la asistencia sanitaria en el medio rural de Castilla y León.
Señores gobernantes de la Junta de Castilla y León, Señora Consejera de Sanidad, Señor Presidente:
- Ustedes tratan de confundirnos al insistir en que "no se cerrará ningún consultorio". Por supuesto, faltaría más: los consultorios locales son nuestros, de los municipios, de los pueblos y sus vecinos, y no los cerraremos, pero un consultorio sin médico ni enfermera no es un consultorio.
- Tratan de esconder el fondo de su reforma tras sus promesas de aumentar servicios asistenciales. ¿A qué esperan?, ¡háganlo ya!, y garanticen los desplazamientos desde cualquier pueblo al centro de salud. Pero no se lleven a los médicos y enfermeras de nuestros consultorios locales.
- Tratan de confundirnos cuando afirman "no vamos a dedicar un médico a cincuenta cartillas". Evidentemente: cada médico rural tiene a su cargo varios consultorios, y ningún pueblo pretende más que las horas que le corresponden. Pero ese tipo de declaraciones revelan su desprecio por el medio rural.
- Tratan de confundirnos cuando hablan de "favorecer nuevos modelos de atención, como la consulta telefónica": ¿a qué esperan?, ¡háganlo!, pero como complemento a la asistencia personal ordinaria de médicos y enfermeras en todos los consultorios locales.
- Tratan de confundirnos al pregonar las maravillas de la sanidad rural en Castilla y León, anunciando además aumentos de plantilla ficticios. Sólo es otro modo de desviar el debate con mentiras para hablar de todo menos del futuro que nos preparan.
Queridos amigos y amigas, NUESTRO MÉDICO SE QUEDA es una campaña abierta a cualquiera que quiera defenderse ante el desmantelamiento de la sanidad rural que planea la Junta. Nos apoyan asociaciones, profesionales sanitarios, alcaldes de diferentes signos políticos y, sobre todo, los vecinos de los pueblos, cada día más y en más lugares de Castilla y León. Otros han decidido anteponer los intereses políticos de la Junta a la digna defensa de sus vecinos, y se esfuerzan en
desprestigiarnos y en engañar a cuantos pueden. Hoy, ante el centro de salud de Villoria, todos los presentes estáis dando una lección de dignidad al uniros para reclamar los mismos derechos que cualquier habitante de cualquier ciudad, ni uno más pero ninguno menos. Quienes poblamos el medio rural de estas tierras pagamos nuestros impuestos y haremos valer nuestros derechos y nuestro futuro. Defendernos no es cuestión de calidad de vida, es cuestión de supervivencia.
¡¡Por la permanencia de los médicos en nuestros consultorios, por el mantenimiento de la asistencia sanitaria ordinaria en todo el medio rural de Castilla y Léon!! ?
NUESTRO MÉDICO SE QUEDA
No dejéis de luchar. Juntos lo conseguiremos. Ánimo y muchas gracias por venir.