Un total de 23 militares radicados en Salamanca dejarán las Fuerzas Armadas en 2020 al cumplir 45...
Soldados del Ejército de Tierra acuartelados en Salamanca
Si lo solicitan, pasarán a integrar el colectivo de reservistas de especial disponibilidad
El cambio de año ha supuesto el inicio de la cuenta atrás para 23 militares acuartelados en Salamanca que a lo largo de 2020 cumplen 45 años. Esa edad marca el fin de su trayectoria en las Fuerzas Armadas, tal y como establece la Ley de la carrera militar. Catorce de los afectados pertenecen al Ejército de Tierra, con base en el cuartel General Arroquia (la mayoría adscritos al Regimiento Especial de Ingenieros número 11), y 9 sirven desde Matacán en el Ejército del Aire.
La Ley de Tropa y Marinería estipula que, aquellos que lo deseen, podrán solicitar la condición de reservista de especial disponibilidad (RED) -siempre que hayan alcanzado los 18 años de servicio-, cobrando una asignación de 7.200 euros anuales, compatible con un sueldo procedente del sector privado. El reservista de especial disponibilidad no tiene la condición de militar, pero está dispuesto a incorporarse a las Fuerzas Armadas cuando, en situaciones de crisis, así lo autorice el Consejo de Ministros con carácter excepcional.
Los militares profesionales firman una vinculación inicial de seis años con el Ministerio de Defensa. A partir del primero ya se les da la oportunidad de acceder a la escala de suboficiales superando las pruebas correspondientes (se les reservan el 80 % de las plazas ofertadas) y, desde el quinto, también se les abren las puertas para ingresar en la Guardia Civil o la Policía Nacional. Una vez cumplido el sexenio inicial, pueden solicitar el compromiso de larga duración. Y hasta alcanzar la edad que la ley marca como límite pueden plantearse, incluso, formar parte del Ministerio de Defensa como personal laboral (una de cada dos plazas ofertadas es para militares en activo).
A pesar de ese abanico de posibilidades hay quien, por múltiples motivos, prefiere poner fin a su carrera con la mirada puesta en el reingreso en el mercado laboral, uno de los aspectos más delicados de ese retorno a la vida civil.
Las salidas a los 45 años fueron legisladas en el año 2006 como solución a la profesionalización de los ejércitos. El número de militares que van alcanzando esa edad es todavía escaso, pero durante los próximos años se irá incrementando exponencialmente y se calcula que en 2036 sumarán ya más de 50.000 efectivos, según datos del Observatorio de la Vida Militar.