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“No hace falta que Unionistas y Salamanca CF sean los mejores amigos pero la situación se puede...
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Día Europeo de la Mediación

“No hace falta que Unionistas y Salamanca CF sean los mejores amigos pero la situación se puede...

Actualizado 21/01/2020
Jorge Trevín

El mediador Juan Manuel Araujo cree posible llegar a un entendimiento entre los clubes de fútbol más representativos de la capital salmantina

En pleno apogeo de las diferencias, aparentemente irreconciliables, entre el Salamanca CF y un Unionistas a punto de vivir el día más grande de su historia, la ruptura entre ambas entidades sigue amplificándose exponencialmente debido a la enorme caja de resonancia que supone la próxima visita del Real Madrid. Ante una situación de estas características parece imposible lograr un acercamiento pero hay quien todavía ve una oportunidad para el optimismo.

Juan Manuel Araujo es mediador y un profundo convencido de que, con las estrategias adecuadas, cualquier situación se puede reconducir, incluso esta "en la que hablamos de sentimientos y de pertenencia porque se pretende dilucidar quién se ha llevado más el espíritu de la Unión". Coincide en esa opinión con Sonia Rebollo, mediadora que hace unos días, ante los micrófonos del programa Más de Uno Salamanca, de Onda Cero, también expresaba su confianza en que, si se quiere, se puede.

A juicio de los especialistas, que celebran este martes el Día Europeo de la Mediación, lo más complicado sería juntar a ambos clubes porque hay que respetar la regla de oro: "nadie puede ir obligado a un proceso de mediación". Debe haber voluntad.

El siguiente paso sería buscar el origen del conflicto, que suele ser una falta de comunicación enquistada "y hacer un saco con todos los conflictos entre ambos". Se trata, explica Araujo, que trabaja para Eirene Mediación, de "un saco grande de conflictos pequeños que hay que ir vaciando poco a poco". Es imposible vaciarlos todos, reconoce desde su experiencia, pero cuando se logra eliminar un buen número comienzan a alcanzarse acuerdos de respeto "por el bien propio y por el bien de terceros que están implicados". Esos otros actores de este conflicto son, principalmente, las aficiones de los dos equipos y las instituciones de la ciudad, cautivas en ocasiones por la beligerancia e incapaces hasta la fecha de lograr el éxito de en la mediación "por no disponer seguramente de las técnicas adecuadas para hacerlo", aventura Araujo ironizando.

El especialista asemeja el problema de esta fiesta del fútbol convertida en guerra mediática a "ese pequeño grano que se mete en el ojo, que te va haciendo más herida y al final te lleva a un conflicto que perjudica la imagen de la ciudad". "No hace falta que sean los mejores amigos pero, como sucede en las mediaciones familiares, se puede lograr que puedan estar juntos en un mismo lugar con un trato correcto y un mínimo de respeto".

La principal diferencia con un proceso mediador común son los miles de ojos que presencian el conflicto, principalmente desde las redes sociales. "Hay muchos problemas que nunca se llegan a saber pues, además, prima el principio de la confidencialidad y aquí, sin embargo, se ha amplificado todo". En eso, reconoce Araujo, sí se da un paralelismo con la mediación familiar en la que los allegados de una y otra parte tratan de influir constantemente en su criterio hasta el punto de que llegan a perjudican acuerdos muy avanzados.

Ojalá, confía, ambas directivas se sienten frente a frente en un futuro sin testigos y logren, bien por iniciativa propia, bien con ayuda de un profesional especializado en mediación deportiva y empresarial encontrar lo que para ellos cobraría todo el sentido, un nexo de Unión.

Una alternativa al engorro judicial

La mediación es un método alternativo de resolución de conflictos a la tradicional vía judicial en la que un tercero, imparcial, reconduce a las partes. "La gran ventaja es que te evitas, sobre todo en el caso de diferencias familiares, judicializar una relación de pareja o asuntos como la custodia, que te obligarían a estar meses en el juzgado", explica Juan Manuel Araujo. "En este caso eres tú el que toma la decisión para tu problema, no un tercero que no tiene sentimientos hacia ese conflicto. Siempre va a ser una solución mejor", añade. El tiempo es la otra ventaja porque en el caso de la mediación, revela, es cuestión de pocos días o semanas.

La mediación, afirma Araujo, es la medicina contra la denuncia; "contra el tengo que ganarte y humillarte". Eso sí, siempre implica una cesión por ambas partes hasta lograr el equilibrio. En cierto modo, la figura del mediador es el reflejo de la de los populares Jueces de Paz de los pueblos "que son imparciales y neutrales y existen desde que el hombre es hombre".

Los profesionales de esta modalidad de resolución de conflictos se basan en técnicas de comunicación, empatía y escucha activa evitando caer en las estrategias de los mediados "que te intentan llevar a su terreno". Cuando ese enfrentamiento es fuerte se pueden hacer sesiones individuales y el mediador va reconduciendo la situación hasta que las partes se aclaren y vean una posible solución. Nunca dicta solución sino que muestra el camino.

La mediación familiar suele ser la más común aunque de un tiempo a esta parte se está produciendo un auge de la mediación deportiva y la empresarial, "porque el enfrentamiento entre trabajadores representa un peligro dentro de la empresa, que trata de buscar soluciones para evitar daños en su reputación".

El punto más oscuro de este método es su desconocimiento. Todavía no ha calado en la sociedad española una cultura de la mediación que, de hacerlo, aligeraría de un modo notable el trabajo de jueces y fiscales.

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