En Castilla y León hay más de 525.500 fumadores de 15 o más años, lo que supone un 24.86 % de la población (25.50% hombres y 24.23% mujeres)
La Gerencia Regional de Salud ha aprobado incluir en el Plan Integral de Atención a Personas Fumadoras el tratamiento con dos medicamentos indicados para la deshabituación tabáquica, tal como ha establecido el Ministerio de Salud, Consumo y Bienestar.
A partir de enero de 2020, SACYL financiará la prescripción de bupropión (Zyntabac®) y vareniclina (Champix®) siempre que se cumplan los siguientes criterios: los pacientes deben estar incluidos en un programa de apoyo (individual y/o grupal) de deshabituación tabáquica que esté implementado en SACYL; han de tener motivación expresa de dejar de fumar (que se pueda constatar con un intento de dejar el tabaco en el último año) y alto nivel de consumo (pacientes que fumen 10 cigarrillos o más al día) y dependencia (puntuación igual o superior a 7 en el test de Fagerström).
La intervención con fármacos no se propone al paciente desde el primer momento en que acude a la consulta y es incluido en el Proceso Asistencial, es preciso realizar algunas intervenciones motivacionales y de consejo y un seguimiento de la respuesta al tratamiento, por lo que se plantean varias consultas en el centro de salud. La prescripción y la dispensación en las oficinas de farmacia se realizarán mediante el sistema de receta electrónica y la financiación incluye un intento anual por paciente con un tratamiento durante 12 semanas en el caso de vareniclina, o durante 9 semanas con bupropion.
La aplicación de estos criterios se realizará mediante una validación del cumplimiento de los mismos, según las variables y datos recogidos en la historia clínica del paciente (a través de la guía asistencial) en el momento de la prescripción en el sistema de receta electrónica.
Asimismo, la financiación está sujeta a la aportación del paciente, según su código de aportación (TSI). El tratamiento con vareniclina (12 semanas) tiene un coste total de 287 ? y el de bupropion (9 semanas) de 62 ?.
Por otro lado, cabe destacar que los suplementos de nicotina son medicamentos publicitarios por lo que se mantienen sin financiación pública y no necesitan la prescripción de un médico. En este caso, el paciente deberá abonar en la farmacia el PVP total de este tipo de productos (parches o chicles de nicotina).
Datos sobre consumo de tabaco
El tabaquismo constituye el principal problema de salud pública prevenible en los países desarrollados, siendo un factor determinante de numerosas patologías (cánceres, enfermedades vasculares, respiratorias, etc.) y la primera causa de mortalidad y morbilidad evitables en nuestro país y el resto de países de nuestro entorno. Se le atribuye un 38% de la carga de enfermedad pulmonar y hasta un 82% del cáncer de pulmón.
La prevalencia de tabaquismo en España es aún elevada, con un 24,4% de fumadores actuales (diarios y ocasionales) de 15 y más años. Existen diferencias por sexo, siendo la prevalencia de consumo superior entre los hombres respecto a las mujeres (28,2% frente a 20,8%). También existen diferencias por grupos de edad. El 34,7% de los estudiantes de 14-18 años ha fumado tabaco alguna vez en el último año. Las diferencias por sexo se están acortando por el cambio de patrón de consumo, llegando a invertirse en la población estudiante: el consumo es menor entre los hombres que entre las mujeres (32,6% frente a 36,9%). En Castilla y León, las cifras son similares, con una estimación de más de 525.500 fumadores de 15 o más años, lo que supone un 24.86 % de la población (25.50% hombres y 24.23% mujeres) según la encuesta nacional de salud 2017.
Se estima una media nacional de 51.870 muertes atribuibles al tabaco anualmente presentando una evolución diferencial, con tendencia de disminución en los hombres frente a un aumento en las mujeres, en las que las muertes por cáncer de pulmón se han duplicado en los últimos 20 años, relacionado con su posterior incorporación al consumo de tabaco. Por otro lado, se estima que las personas fumadoras pierden una media de diez años de esperanza de vida, frente a las que no tienen este hábito.