El cálculo de la huella de carbono permite conocer la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero
CCOO ha registrado las emisiones de la sede de Salamanca del año 2017, a través de la metodología que ofrece el ministerio para la transición ecológica, obteniendo el reconocimiento del mismo. A partir de 2017, y hasta 2020 se realizarán los cálculos para cada anualidad con el objetivo de analizar los resultados y evaluar el grado de cumplimiento del objetivo perseguido: la reducción del 40% de las emisiones.
Para conseguir el objetivo, CCOO ha presentado un plan de mejora con 17 medidas concretas al ministerio, junto a la solicitud de registro de su huella de carbono. Estas medidas, además, han sido incluidas en el Plan de sostenibilidad de CCOO de Castilla y León que fue aprobado en Consejo, máximo órgano de dirección, el 11 de Junio.
La huella de carbono de esta organización tiene alcance 1+2. Es decir, contabiliza las emisiones realizadas por la quema de combustibles fósiles procedentes de la caldera para climatizar la sede; las emisiones de los vehículos del sindicato y las emisiones procedentes de la generación de electricidad que se consume en las oficinas de la calle Abogados de Atocha.
Burgos, Ávila y Salamanca han sido las tres sedes que han calculado sus respectivas huellas de carbono. Una experiencia piloto, que tras ser evaluada de forma positiva se extenderá por todas las sedes de CCOO en Castilla y León.
El sector de la energía (transporte, generación de electricidad con fuentes fósiles, calefacción, etc..) es el principal sector emisor de gases de efecto invernadero. Es urgente reducir la intensidad energética: todas las acciones que se lleven a cabo, aunque nos parezca un ahorro poco significativo, suman a la hora de hacer frente a este reto colectivo. Es necesario reducir las emisiones y evitar incrementos de temperatura que pongan en riesgo los ecosistemas tal y como los conocemos.
CCOO anima a todos los centros de trabajo a implantar medidas que reduzcan el impacto ambiental de cada organización. Las empresas deben reducir su huella ambiental en los ecosistemas: uso eficiente de la energía, instalaciones de energías renovables, uso sostenible del agua, reducir residuos, implantar la economía circular, compras verdes, etc.