Los hijos/as de las mujeres víctimas de maltrato, de 6 a 16 años, son los destinatarios de un programa cuyo objetivo es ayudar a superar la experiencia de violencia de género sufrida en su hogar
Los menores han sido durante mucho tiempo las víctimas invisibles de la violencia de género, y hasta la modificación legal del año 2015 no eran ni considerados como víctimas, lo que reconoce su derecho a ser protegidos de la misma. Ayudar a los hijos e hijas de mujeres víctimas de violencia de género es el objetivo del programa de intervención de la Fundación Diagrama en Salamanca. Un programa, consolidado después de cuatro años de andadura, destinado a niños y niñas de edades entre los 6 y los 16 años que hayan sufrido en su hogar una experiencia de violencia de género
"Para nosotros, víctimas de violencia de género son tanto las mujeres como los hijos/as, y la ley lo avala así", apunta María del Sastre, psicóloga del programa de intervención, y que junto a Ruth Mateos, responsable de los programas de la Fundación Diagrama, y Cristina Ces, psicóloga, explican en qué consiste este programa y por qué es importante intervenir con la madre y con los hijos e hijas víctimas de violencia de género. "Hasta el año pasado teníamos el hándicap de que había que pedir autorización al padre agresor para poder intervenir psicológicamente con los menores, una de las medidas del Pacto de Estado fue eliminar esto, y ha sido una de las que se han cumplido. Ahora no tenemos que pedir permiso, solo informar al padre progenitor no custodio".
La violencia de género tiene un importante impacto en los menores, tanto por ser testigos de la violencia ejercida contra la mujer como por la propia violencia física o emocional dirigida contra ellos, lo que puede tener serias consecuencias en su desarrollo cognitivo, emocional y social.
"La violencia de género afecta a la mujer y a los hijos, la diferencia es que el niño se está formando, no es lo mismo sufrir un trauma con un 30-40 años que cuando la personalidad ya está formada", explica la psicóloga Del Sastre. En el caso de los menores, "repetir las conductas es habitual". "El cerebro del niño va a reconocer el modelo que tiene en casa", añade, "si un niño ve que los gritos es la manera normal de resolver conflictos, que los golpes es la manera habitual en la que los mayores resuelven los conflictos, el niño no sabe cómo se resuelven en otras casas. Hasta que llega un momento en el que ven que eso no es lo normal, pero no tienen otro modelo de referencia".
A través de este programa específico se persigue fortalecer el vínculo y la relación entre madre e hijo o hija y, al mismo tiempo, dotar de herramientas a los menores para que entiendan lo que ha pasado en su familia y para resolver los conflictos de manera pacífica e igualitaria.
Reconocer a los hijos e hijas como víctimas de violencia de género ha sido fundamental, pero todavía quedan muchos pasos por dar para seguir mejorando la protección a los menores. Así, y como apuntan desde la Fundación Diagrama, "a pesar de que todo el mundo tiene claro que ningún agresor puede ser un buen padre, todavía en este país no se está quitando la patria potestad a los agresores o limitando el régimen de visitas a puntos de encuentro". Cuando "las madres son valientes", todavía es muchos casos el 'infierno' no termina para los niños.
De la violencia de género se sale, "sino no estaríamos aquí", apuntan. Tanto en el caso de los niños/as como de las madres, "se puede salir fortalecido, incluso de situaciones así". "Lo que nos enseñan en el día a día es cómo poder resurgir de algo tan dramático, sobre todo cuando pasa a edades tempranas". Una pieza fundamental para esa reconstrucción, añaden, "es la madre, por eso necesitamos que estén bien y que cuenten en el proceso que llevamos a cabo".
Terapia individual y grupal
¿Cómo trabaja la Fundación Diagrama con los hijos e hijas de mujeres víctimas de violencia de género? "En un primer momento hacemos terapia individual, y cuando ya empieza a haber mejorías trabajamos en grupos", explican las psicólogas de la Fundación. "Se trabaja de manera paralela en bloques como habilidades sociales, igualdad o violencia de género".
Además de las terapias, la Fundación Diagrama organiza talleres de manera periódica en los que se abordan diferentes temas, desde la diversidad a la prevención de delitos de internet y nuevas tecnologías, entre otros.
Con los niños y niñas "al principio hay que hacer vínculo, a través del juego y de diferentes actividades (fútbol, pintura?) vemos cómo van actuando y ahí puedes intervenir", explica Cristina Ces, psicóloga. "Si vamos con la mente adulta lo que queremos es que los niños hablen, pero lo hacen en su lenguaje", por eso "a través del seguimiento del juego ahí es donde podemos trabajar y actuar".
Tal y como subrayan, "es fundamental que los niños puedan poner nombre a lo que sienten", y además, en la Fundación Diagrama comparten tiempo y actividades con "niños que han pasado por algo parecido, lo ven como un entorno seguro en el que pueden hablar sobre lo que sienten".
Para proteger a los menores víctimas de violencia de género es clave "educar en valores de igualdad, es la única manera de prevenir contra el machismo, contra el sexismo, contra la sociedad patriarcal".
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