, 05 de mayo de 2024
Volver Salamanca RTV al Día
Día Universal del Niño: luces y sombras
X
este 20 de noviembre

Día Universal del Niño: luces y sombras

Actualizado 20/11/2019
Jacqueline Alencar

"Los menores no tienen voz ni voto, y, como ya hemos señalado en otras ocasiones, brillan por su ausencia en los programas electorales"

Se cumplen 30 años desde que el 20 de noviembre de 1989 los líderes mundiales se reunieran y asumieran un compromiso con los niños, a través de un marco jurídico internacional denominado Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, que había sido elaborada, durante una década, por representantes de diversas sociedades, culturas y religiones.

"Los 54 artículos que componen la Convención recogen los derechos económicos, sociales, culturales, civiles y políticos de todos los niños. Su aplicación es obligación de los gobiernos, pero también define las obligaciones y responsabilidades de otros agentes como los padres, profesores, profesionales de la salud, investigadores y los propios niños y niñas.

El Comité de los Derechos del Niño está formado por 18 expertos en derechos de la infancia procedentes de países y ordenamientos Día Universal del Niño: luces y sombras | Imagen 1jurídicos diferentes.

La Convención sobre los Derechos del Niño tiene 3 protocolos que la complementan:

El protocolo relativo a la venta de niños y la prostitución infantil.

El protocolo relativo a la participación de los niños en conflictos armados.

El protocolo relativo a un procedimiento de comunicaciones para presentar denuncias ante el Comité de los Derechos del Niño". (ONU)

Con excepción de Estados Unidos, 196 países han ratificado esta Convención.

Destacable es también mencionar que, en 1990, se aprobaron las Directrices de las Naciones Unidas para la Prevención de la Delincuencia Juvenil; que, en 1991, expertos de UNICEF, Save the Children, Defensa de los Niños Internacional y otras organizaciones se reunieron resultando en 1995 la creación de la Red de Información de los Derechos del Niño. Desde 1996, UNICEF colabora con la OIT promoviendo la ratificación de normas laborales internacionales y políticas relativas al trabajo infantil; recordemos que en 1999 la OIT aprueba el Convenio sobre las Peores Formas de Trabajo Infantil, a través de la cual pretende prohibir o eliminar cualquier forma de trabajo que pueda perjudicar la salud, la seguridad y la moral de los niños. En 2011 se aprobó un nuevo Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño de 1989, y con arreglos a este protocolo sobre procedimientos relativos a las comunicaciones el Comité de los Derechos del Niño puede presentar denuncias a contravenciones a los derechos de la infancia y llevar a cabo investigaciones. Solo por citar algunos hechos positivos y que vienen a reforzar lo ya estipulado en la Convención sobre los Derechos del Niño.

Existe un Comité que establece una hoja de ruta para que los países puedan armonizar sus leyes, políticas y prácticas a las de la Convención; comprobar la idoneidad del presupuesto destinado a la infancia, evaluar el impacto en la vida de los niños utilizando información fiable, y también nombrar a un Defensor para ellos.

Entonces nos preguntamos si los países que han ratificado esta Convención sobre los Derechos del Niño están dispuestos a pagar el coste económico y social que significa seguir las directrices establecidas en la misma. Si son capaces de hacer realidad en las vidas de los niños todas las normas contenidas en la Convención. Es sabido que los estos no tienen voz ni voto, y, como ya hemos señalado en otras ocasiones, brillan por su ausencia en los programas electorales. Como también lo son en las grandes manifestaciones en defensa de la vida, la dignidad, los derechos humanos. No se los busca ni se les pregunta acerca de sus problemas ni acerca de sus opiniones sobre posibles soluciones. Claro que hay logros, pero como ha afirmado el Secretario General de la ONU, António Guterres, con motivo de las celebraciones por los 30 años: "Los derechos se han convertido en una realidad para millones de niños y niñas. En muchos lugares, los Gobiernos y la sociedad civil colaboran para prestar apoyo a los niños en zonas de guerra, poner fin al matrimonio precoz y dar voz a los niños y los jóvenes en las decisiones que les afectan". Pero también señaló que esto no es suficiente "cuando millones de menores en todo el mundo sufren hambre o algún peligro, están enfermos, son víctimas de trata, de violencia sexual y matrimonio infantil".

Como podemos observar, no es que falte legislación al respecto, las hay por todas partes en el papel. Falta praxis. Y ahí también surge la pregunta: ¿solo debemos pedir cuentas a los gobiernos? ¿Y qué del resto de los agentes sociales? ¿Dónde queda la responsabilidad de las familias, de los colegios, universidades, organizaciones de toda índole, etc.? Muchos ya lo están haciendo, pero falta la cooperación de más. Algunos reconocemos nuestra actitud pasiva en muchas ocasiones. Sin darnos cuenta de que, tarde o temprano, nos va a salpicar lo que pase en nuestro barrio o en el Tercer Mundo.

En el año 2014, cuando se celebraban las Bodas de plata de la Convención sobre los Derechos del Niño, contundentes fueron las afirmaciones emitidas desde UNICEF: "Han pasado 25 años desde que se aprobó la Convención sobre los Derechos del Niño, y la situación de la infancia en nuestro país ha cambiado y mejorado en muchos aspectos. Pero todavía los niños y niñas no ocupan el lugar que merecen, todavía la infancia no es una cuestión prioritaria en las políticas públicas". "Los niños son un asunto de todos, su valor social va mucho más allá del ámbito doméstico; son un asunto de sus familias, pero también de todos. Porque sin ellos no hay futuro". Y los informes como La infancia en España 2014, señalaban que "un 30,5 % de los niños en nuestro país vive en riego de pobreza infantil y el nivel de fracaso escolar y abandono educativo está por encima del 22,3%".

Entonces te preguntas: ¿Debemos hablar con los protagonistas de estos derechos, es decir, los niños? ¿Deben estos conocer estos derechos y vivirlos? ¿Es este asunto solo una cuestión de las familias o es que todos estamos implicados?

Presentamos las cifras sin grandes variaciones: 100 millones de niñas contraerán matrimonio antes de cumplir los 18 durante la próxima década. O que cada año 1,2 millones de menores son víctimas del tráfico infantil, un negocio que mueve al año 23.500 millones de euros. Continuamos hablando de ablación, una lacra que oscurece el futuro de tantas niñas. De no acceso a la mínima educación. Continuamos hablando de falta de agua potable... De niños soldados obligados a participar en las guerras declaradas por los adultos de un mundo civilizado... De niños que no tienen acceso a la educación, a una vivienda digna... "Cada 10 minutos, en algún lugar del mundo, una adolescente muere como consecuencia de la violencia. En las emergencias humanitarias la violencia de género a menudo aumenta, y las niñas se ven sometidas a la violencia física y sexual, al matrimonio infantil, la explotación y la trata. Sí, se ha reducido el número de niños que no asisten a la escuela en aproximadamente un 40%, en algo más de cien millones los menores de cinco años con retraso en el crecimiento, y se ha eliminado el 99% de los casos de poliomielitis, como se señala desde UNICEF, pero queda mucho por hacer.

Algunos expertos son optimistas en cuanto a erradicar la pobreza para el año 2030, la meta fijada por Naciones Unidas como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que sustituyeron a los Objetivos de Desarrollo del Milenio, y han sido suscritos por prácticamente todos los gobiernos del mundo". Son 17 objetivos de desarrollo sostenible de los cuales la erradicación de la pobreza extrema es uno de ellos. Y, repito, en los mismos están incluidos los niños. En el "Estado Mundial de la Infancia 2016", de UNICEF, pudimos leer esta llamada de atención: "? tomamos consciencia de la necesidad de celebrar los logros conseguidos, pero también debemos actuar con celeridad en los años que quedan en esa agenda del desarrollo sostenible que finaliza en el 2030?".

No se ha erradicado la pobreza en su totalidad; no se ha acabado con la desnutrición, el analfabetismo, la falta de valores que garanticen una buena convivencia; sin embargo, no se han acabado las ideas y la pasión por ayudar a otros menos privilegiados que nosotros. Sí, se necesitan recursos, pero también se necesita aunar voluntades, sensibilizarnos ante situaciones que las podemos tener a nuestro lado.

Día Universal del Niño: luces y sombras | Imagen 2En estos días en los que nos estamos preparando para la celebración del 'cumpleaños de Jesús' y nos regocijamos por su nacimiento en esta tierra, trayendo luz y esperanza de una nueva vida, recordemos que en su mensaje quedó patente que los niños tenían un lugar privilegiado en su Agenda: "Dejad que los niños vengan a mí y no se impidáis, dijo; es más, los puso como ejemplo de cómo debemos ser si queremos entrar en el Reino de los cielos. Y vida es lo que vino a traer. Y el que tiene esta vida puede abrir los ojos para ver con claridad y comprender cuál es el modelo de misión que dejó impreso Jesús. Un modelo que nos lleva a identificarnos con el prójimo, valorándolo como lo que es: hecho a imagen y semejanza de Dios; a superar las excusas de que nuestros medios son escasos, y que la cantidad de hambrientos que existen en el mundo nos supera; debemos evitar pasar de largo. Porque cuando a Jesús le preguntan sobre la salvación, él contesta con la parábola del Buen samaritano; y esa imagen vale más que mil palabras.

Como cristianos, o sea, seguidores de Cristo, seguro que no pasamos de largo cuando escuchamos que 950 millones de personas se acuestan con hambre cada día; que 1.000 millones residen en viviendas precarias; que cada minuto muere una mujer por complicaciones como consecuencia del embarazo; que 2.500 millones no tienen acceso a servicios sanitarios adecuados y por ende mueren cada día 20.000 niños y niñas. Y, sobre todo, no tienen una relación con Dios. ¿Son ellos nuestros prójimos? ¿Al día de hoy me es lícito hacer esta pregunta?

Leo las noticias que informan que aumentan el acoso y las agresiones sexuales, dando como ejemplo el caso de Brasil donde las denuncias por violencia sexual contra niños y adolescentes se ha incrementado en un 83%, según Unicef. Y es entonces cuando lo vemos más claro, ver la línea de acción de Jesús, que se nos hace más evidente mientras iba recorriendo pueblos y aldeas? anunciando las buenas nuevas del Reino, curando enfermos, enseñando, dando de comer, siendo compasivo. Él tuvo compasión de los que le seguían, como cuando se multiplicaron los panes y los peces para poder alimentar a la multitud cansada y hambrienta de pan y de espíritu. Sabía que sus necesidades espirituales iban muy de la mano con las otras, las físicas, las emocionales, las de relaciones. No hablamos de mero asistencialismo cuando detectamos una necesidad; hablamos también de la espiritualidad que la sustenta. Por ello debemos preocuparnos por atender a ese hombre de forma integral para que pueda ser transformado y luego agente de cambio que a la vez transforme a otros, transforme su entorno.

Los niños merecen que cada día, en la medida de las posibilidades y dones de cada uno, se trabaje para conseguir una sociedad más justa con ellos, que conozcan que son parte importante para la realidad en la que están insertos, y para su país. Son el futuro, pero para conseguirlo antes tienen que ser un presente firme.

¿Qué líder de un país, o un posible candidato a líder de su país, que ame a su pueblo como a él mismo, no se conmovería al ver un niño o a un adolescente que es víctima de las migraciones, los exilios, la discapacidad, el machismo, el hambre, la explotación laboral y sexual? la guerra, la violencia?

Concluyo con un poema de una adolescente de 15 años llamada Katleen (Fuente: El País), que vive en un barrio marginal de São Paulo, en Brasil. Estudia por las mañanas y por las tardes trabaja para complementar los ingresos familiares. Es víctimas de todas las desigualdades, pero sueña con un futuro mejor. Con sus versos intenta combatirlas:

Nací poderosa

Simplemente no lo imaginé.

Y hoy estoy aquí

Vomitando en tu cara

Desatascando todo lo que estaba atascado

incluso sin comer nada.

Por eso,

Ámate a ti misma sin miedo, chica

Sé que mis versos te tranquilizan

Mis estrofas te liberan

Soy la que te escucha

Soy la que te cura

Eso te salva de las madrugadas frías

Soy una mujer de São Paulo

Y mi nombre es poesía.

Texto y fotos: Jacqueline Alencar

Comentarios...