Los vecinos denuncian la peligrosidad de la travesía del pueblo, en la que los camiones tienen que maniobrar en curvas sin visibilidad
"Bendito sea Dios si es verdad", clama Primitiva González, de 85 años, cuando le cuentan que se ha planteado construir una circunvalación que saque el tráfico pesado de Arabayona de Mógica. Los vecinos, que llevan años oyendo hablar del tema, reciben con escepticismo la noticia. Mientras tanto, los camiones siguen atravesando la localidad pasando por curvas con visibilidad reducida. Por ahora no se han producido incidentes reseñables, pero los vecinos temen que llegue a haber algún accidente si no se toman medidas.
El 2 de octubre, la Comisión de Fomento y Medio Ambiente de las Cortes de Castilla y León debatió a iniciativa del PSOE sobre la construcción de la circunvalación en la SA-804 a la altura de Arabayona de Mógica. La propuesta, defendida por la procuradora socialista Carmen García, pedía iniciar las obras "a la mayor brevedad posible". Sin embargo, tras el debate con PP y Ciudadanos, la proposición no de ley aprobada por unanimidad instó a la Junta de Castilla y León únicamente a "iniciar el estudio de la tramitación oportuna" y sujetar la construcción a la "disponibilidad presupuestaria y la prioridad de actuaciones".
En el mapa, los puntos rojos señalan las cuatro curvas de la travesía de Arabayona de Mógica. (Google Maps)
"Esto está abandonado y como no protesta nadie, todo el mundo está conforme?", lamenta Bienvenido Zamarriño. Este salmantino residente en el País Vasco pasa temporadas en Arabayona, donde tiene una casa situada en la primera curva que se encuentran los vehículos procedentes de Cantalpino. El giro tiene un ángulo de casi 90 grados, es la curva más pronunciada de las cuatro que tiene la travesía. "¿Ves dónde tiene que irse el camión?", pregunta señalando hacia la curva, que obliga a los camiones a ocupar los dos carriles. "Llegas ahí y hasta que no tienes metido el morro no ves si viene alguno de frente, llegas un poco más abajo y otra curva ciega", denuncia.
En frente de la casa de Bienvenido Zamarriño, al otro lado de la curva, se encuentra el colegio. "Los camiones, cuando tienen que coger esa curva, se abren muchísimo y hay peligrosidad con los coches que vienen en dirección contraria", explica Roberto Galindo, profesor de Educación Física del centro. El maestro responde mientras camina por la carretera pendiente de que sus alumnos no se salgan de la acera, niños que para ir al pabellón o al parque tienen que atravesar esta vía, en la que no hay pasos de peatones. "Hay mucho tráfico, pasan muchos camiones", dice Galindo, apoyado por uno de los niños: "¡muchos!". "Sería bueno que se agilizara lo máximo posible" la construcción de la circunvalación, sentencia.
"Lo voy a intentar porque lo necesitamos como el comer", asegura Aquilino de Dios, alcalde de Arabayona de Mógica. De Dios explica que la infraestructura no requeriría "una obra de mucho calibre" porque cuando se hizo la concentración parcelaria en el año 2000 se dejó preparado un camino para la construcción de la circunvalación. Esta vía de titularidad municipal, de un kilómetro y medio de longitud, bordea el pueblo por el sur. El primer edil tiene previsto hablar próximamente con el delegado de la Junta de Castilla y León en Salamanca, Eloy Ruiz, para intentar avanzar el proyecto.
Demasiado rápido
Los problemas de Arabayona de Mógica con la carretera también se debatieron durante la pasada legislatura en las Cortes de Castilla y León. En aquella ocasión se aprobó la instalación de bandas reductoras de velocidad, que ayudan a que los vehículos circulen más despacio, pero no a reducir el tráfico. La gran actividad agrícola de la zona, caracterizada por el cultivo de la patata, hace que el paso de camiones y tractores sea continuo.
"En esta curva no ves", dice Francisco Poveda delante de su casa. Explica que al sacar el coche algún día ha "tenido que dar marcha atrás a toda velocidad según salía". "Por aquí pasa la gente a toda leche. Si te descuidas un poco, te llevan", lamenta Poveda, quien señala lo especialmente peligroso que es para la gente mayor, que tiene que cruzar la carretera para ir al consultorio médico local. En este pueblo de 372 habitantes, el 30 % la población supera los 70 años, según datos del INE correspondientes al año 2018.
"Rápido, bastante rápido". Según Edelmira Martín, de 78 años, así es como pasan los vehículos por Arabayona; "sí, sí" confirma Tilia Martín, sentada en un banco junto a Edelmira viendo pasar los coches. "Me va a hacer poca falta la carretera a mí", dice entre risas Tilia, con 92 años a sus espaldas.
Unos metros más allá, a la vuelta de la curva, Primitiva González barre la carretera a la altura de la casa de su hija: "No me gusta barrer, pero me gusta que no haya mierda". Asegura tener que "andar mirando si viene algún coche" cuando va por la carretera, "porque yo ya soy mayor". Espera que llegue algún día llegue una solución: "Lo veo cuando voy en el tractor, pocas veces. Lo primero que tienen que hacer es sacar toda la cabeza, viene un coche y se llevan al que sea por delante".