Casi tan antiguo como las primeras piedras que dieron forma a esta ciudad y tan forjado en el ADN peñarandino como que era parte fundamental de Peñaranda en su apellido más histórico y rememorado. Este no es otro que el Mercado, que cada semana, como desde 1375 según aquellos que un día recogieron este privilegio, viene siendo arteria principal del corazón de la comarca y punto neurálgico de encuentro para vecinos y visitantes de toda la comarca y las zonas cercanas a la ciudad, algo que se viene repitiendo desde que éramos Villa.
Desde la concesión del Rey Juan I de Castilla hasta nuestros días,
el mercadillo ha simbolizado el transito mercantil y el epicentro de la negociación ganadera durante no pocas décadas ng>, siendo más que recordados y aun hoy, aunque en menor medida, mantenidos, aquellos corrillos en los que los 'tratos' eran parte del paisaje que poblaba las Plazas de España y Constitución, además de la confluencia con una siempre animada Calle Félix Mesonero (Bodegones).