Uno de los novillos sembró el pánico al rematar de forma insistente contra el vallado de una zona donde había todo tipo de público
Con una amplísima asistencia de público pese a tratarse de un día y hora laborables, Villar de Ciervo tuvo en la mañana del jueves la gran cita taurina de sus fiestas en honor a San Agustín: el encierro a caballo, que fue protagonizado por tres novillos de la ganadería de Monteverde, de Manolo Gimeno, que fueron conducidos con distinta suerte hasta el núcleo urbano del municipio por el importante número de caballistas participantes.
El evento estuvo marcado por su larga duración y por su peligrosidad, ya que uno de esos tres novillos se dio la vuelta varias veces en distintos tramos del recorrido, sembrando especialmente el pánico justo a la entrada del pueblo, cuando se puso a arremeter insistentemente contra un vallado colocado para impedir el acceso a una zona más alta donde había público de todas las edades presenciando el evento.
Por fortuna, y a diferencia de lo que ocurrió el pasado fin de semana en Villasrubias, cuando un astado sí consiguió escapar del recorrido tras arremeter contra el vallado, el novillo de Monteverde no llegó a hacer ceder en Villar de Ciervo las agujas de protección que había. Una vez ya en las calles de la localidad, los caballistas dieron paso a los mozos a pie en el intento de encerrar este novillo, costándoles también a ellos bastante esfuerzo.
Durante la tarde del jueves se completarán los eventos taurinos con una suelta de novillos por las calles, mientras que para la noche se contará con la animación musical de la Orquesta La Órbita. Las fiestas de Villar de Ciervo llegarán a su conclusión este viernes con una merienda de la que se podrá disfrutar a partir de las 20.00 horas.