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Denuncia de vecinos de Palacios del Arzobispo por tala de más de 3.500 robles
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Desarrollo sostenible

Denuncia de vecinos de Palacios del Arzobispo por tala de más de 3.500 robles

Actualizado 29/08/2019
Redacción

Consideran que no se puede avanzar hacia un desarrollo sostenible y luchar contra el cambio climático con la "destrucción indiscriminada de nuestros bosques y dehesa.

El pasado 21 de Febrero de 2019, la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de Castilla y León autorizó la tala de 3.514 robles con la finalidad de construir una planta fotovoltaica en un paraje de peculiar valor medioambiental y belleza natural. Los ejemplares robles están siendo arrancados, junto con otras especies arbóreas, por una empresa multinacional, en la finca Saceo de propiedad municipal.

Sin embargo, vecinos de Palacios del Arzobispo expresaron sus molestias mediante un comunicado, "las obras ya han comenzado y la empresa adjudicataria no está cumpliendo lo determinado en la declaración de impacto ambiental del proyecto. Tanto la autoridad competente medioambiental de la Junta, como el Seprona ya han sido informados", aseguran.

Asimismo, consideran que no se puede avanzar hacia un desarrollo sostenible y luchar contra el cambio climático con la "destrucción indiscriminada de nuestros bosques y dehesa. ¿Es necesario en nuestra vasta y deforestada tierra talar 3.514 árboles y destruir arroyos y charcas para construir una planta fotovoltaica? Algunos de los robles arrancados tienen 89 centímetros de diámetro".

No obstante, Bester, empresa contratista y constructora del proyecto, asegura que "sí está cumpliendo las condiciones que se establecen en la Declaración de Impacto Ambiental, la cual ha sido realizada por el promotor". Por su parte, respecto a los pies arbóreos, recalcan que se está realizando un seguimiento mediante el plan de vigilancia ambiental.

La deforestación y la tala ilegal y sus efectos

La deforestación es un problema que se registra a nivel mundial. En 2018, se perdieron alrededor de 12 millones de hectáreas de vegetación en las regiones tropicales. Aunque la cifra del año pasado muestra una disminución en comparación a 2016 y 2017, continúa siendo la cuarta tasa más alta de pérdida desde que iniciaron los registros en 2001.

Por lo tanto, los bosques y selvas siguen desapareciendo con el paso de los años. Además, una situación que se suma a esta problemática es la tala ilegal.

Se conoce como tala ilegal a cualquier afectación de los bosques sin autorización del uso responsable de los recursos naturales. Este fenómeno se presenta por cuatro actividades prohibidas: los cultivos de supervivencia, la tala ilegal con fines de comercialización, el narcotráfico y la minería ilegal.

La primera de ellas se realiza con el objetivo de incrementar la fertilidad en un terreno. Después de talar una zona se quema el perímetro, para así convertirlo en un 'cultivo de supervivencia'. Esta práctica es contraproducente, ya que según diversas instituciones como la OMS: ''Los terrenos pierden fertilidad, además las partículas tóxicas pueden mezclarse con el agua subterránea y perjudicar la salud de los seres humanos''.

Por otra parte, la tala ilegal con fines de comercialización afecta en primer lugar a la industria formal porque genera competencia desleal, perjudica la reputación del sector y distorsiona los precios del mercado. Además, fomenta el trabajo infantil y la explotación.

Las personas involucradas directamente en estos procesos ejecutan artículos mecánicos maniobrados, donde prima el uso de las sierras mecánicas. Cabe recalcar que, las motosierras funcionan con baterías de litio o gasolina, tienen mucha potencia y por ello, representan un gran peligro para quien no cuente con las medidas de seguridad necesarias al trabajar con ellas. Claro está, al ser una actividad que se desarrolla fuera de todo marco legal, los derechos laborales no se hacen presentes.

Es así como, esta actividad ilícita no solo afecta la biodiversidad, sino que también pone en riesgo la vida de cientos de personas; además, atenta contra el Estado.

El último sistema de deforestación son prácticas ilícitas como el narcotráfico y la minería ilegal, las cuales no solo generan un impacto negativo en el medio ambiente, también propician una economía ilegal que deteriora la institucionalidad de las entidades reguladoras del Estado. En España, es uno de los mercados criminales más dinámicos del país y crece la alarma de que organizaciones de narcotraficantes estén disputándose el control del negocio.

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