Esta tarde se espera la novillada con la actuación de José Manuel Serrano y Pablo Jaramillo, y en la noche una verbena con la orquesta La Huella
La lluvia respetó el segundo encierro de las fiestas de Aldeadávila de La ribera, cuatro novillos de Ignacio López Chaves, bien presentados y que entraron en la plaza en una carrera rápida y sin incidentes, con la salvedad de que en el último tramo la camada se descompuso formando un chorreo de reses a lo largo de la calle Joaquín González, lo que restó vistosidad al festejo.
Si el encierro de Valdeflores del día anterior fue rápido, este último lo fue aún más. La manada de seis mansos y cuatro novillos salía del Rocoso a las nueve en punto de la mañana y siete minutos después salía de la calle Mimbreros para iniciar los últimos 300 metros del recorrido.
Ya en la plaza, se mantuvo por unos minutos a la manada para que el público pudiera observar los novillos que serán lidiados en la tarde por los novilleros José Manuel Serrano y Pablo Jaramillo, este último de la Escuela de Tauromaquia de Salamanca.
Instantes después, mansos y erales entraban en toriles sin problemas para dar paso a la suelta de una vaquilla. Pero antes del encierro, la charanga La Escala 2.0 volvía a animar el pasacalles desde San Marcos al coso ribereño, acompañados por decenas de peñistas que no acusaron la suspensión de la verbena la noche antes, por la lluvia.
Así las cosas, la jornada festiva del lunes continúa con la novillada en la tarde y una verbena en la noche, si el tiempo lo permite, con la orquesta La Huella.
PROGRAMA
"estilo_texto">9.00 Encierro a caballo.