Tras ser intervenido quirúrgicamente en la localidad, fue trasladado en UVI Móvil hasta el Complejo Asistencial de Salamanca
Un hombre de más de 50 años de edad, natural de Fuenteguinaldo, aunque residente habitual en Salamanca capital, resultó corneado en la mañana del sábado en el transcurso del segundo de los encierros a caballo de la localidad, que aún se estaba recuperando de la gran noche de fiesta vivida de la mano de Los Chunguitos (y posteriormente del Max Music Show).
La cogida se produjo ya en las inmediaciones de la Plaza, cuando un toro que marchaba descolgado tanto de sus hermanos de manada como de los caballistas enganchó al hombre en el punto con agujas verticales desde el que se encontraba presenciando el encierro. El hombre estaba con el cuerpo dentro del recorrido, pero con la posición asegurada para salirse si había peligro.
Sin embargo, el problema fue que se despistó (estaba mirando al siguiente astado en venir) y no apreció que el toro, tras haber pasado por delante suyo, se volvió hacia atrás. El resto de mozos pudieron reaccionar a tiempo saliéndose del recorrido, pero él no, de tal modo que el astado le enganchó por la zona abdominal contra las agujas. Tras unos segundos de tensión y de zarandeo, y con la ayuda de otras personas, el hombre pudo ser sacado por esas mismas agujas.
Según ha confirmado a Salamanca Al Día la alcaldesa de Fuenteguinaldo, Lourdes Palos, el hombre sufrió tres cornadas, que al menos fueron limpias. Además, en la cogida sufrió una luxación en el codo. Sin perder la consciencia en ningún momento, fue llevado hasta el Centro de Salud de la localidad, donde fue intervenido quirúrgicamente por el equipo médico desplegado con motivo de las fiestas taurinas.
Una vez concluida la intervención, el hombre fue trasladado en una UVI Móvil hasta el Complejo Asistencial de Salamanca. En el transcurso del encierro de la mañana del sábado también resultó herido un hombre de avanzada edad, que sufrió un revolcón, sin que las consecuencias fueran demasiado graves.
Reportaje gráfico: Adrián M. Pastor