Los montajes en el Teatro Nuevo y en la Sala Esmark corrieron a cargo de La Pera Llimonera y Arawake
La última jornada de la Feria de Teatro 2019 se inició, en lo que a espectáculos se refiere (el Divierteatro se había puesto en marcha un rato antes), en el Teatro Nuevo Fernando Arrabal, con el montaje Baobab. Un árbol, una seta y una ardilla de la compañía barcelonesa La Pera Llimonera.
La obra tiene como protagonistas a dos vendedores ambulantes, quienes relatan la historia (convirtiéndose en ellas) de una seta y una ardilla que, debido a la guerra, huyen intentando encontrar un nuevo árbol donde vivir. El montaje (que hace un curioso uso de diversos objetos para recordar a seres vivos) pretende ser un homenaje a todas las personas que se han visto obligadas a abandonar su tierra natal por culpa de conflictos armados.
También tuvo un tono de homenaje el otro espectáculo infantil de la mañana sabatina, El hombre y el fuego, un estreno absoluto que llevó a cabo Jorge da Rocha, de la compañía burgalesa Arawake, en la Sala Esmark.
Concretamente, esta obra pretende evocar la figura del ilustre humanista y defensor de la naturaleza Félix Rodríguez de la Fuente, creador de la serie El hombre y la tierra. Tras un arranque con teatro de 'carne y hueso' simulando nada más y nada menos que un vuelo espacial, se desarrolló un espectáculo principalmente de títeres de sombra de pequeño formato, empleando varios recursos multimedia.