Los medios de comunicación, con excepciones, saben que comprando intimidad de los demás y tratándola de forma morbosa, tienen asegurada una audiencia. Por otra parte, las personas que persiguen, un tipo de fama, usted me comprende, también saben que si consiguen estar en determinados programas, y se prestan a ello, obtienen un premio: llegar a ser consideradas "famosas". ¿Qué es en realidad una persona famosa hoy? Hay muchos tipos de fama, ¿este es uno de los más degradados?.
Finalmente, en este caso, hay varios grupos de personas implicadas. Los dueños del medio de comunicación, los presentadores, las personas que venden su intimidad y los espectadores.
Aunque los espectadores son los que al final hacen posible estos productos, nada tengo que decir de ellos. Son muy libres de entretenerse con estos asuntos. Ellos son la demanda del mercado, y libres de elegir el programa que consideren oportuno.
Los presentadores hacen su trabajo y tampoco creo que debamos poner el foco en ellos, salvo en casos demasiado significados, que dejo a su elección.
Los dueños de las televisiones son los compradores y vendedores de intimidad. Compran a los que exponen su intimidad y a los que la manosean. En cierto modo, también a los que la consumen, con una oferta de contenidos y publicidad, uno de sus recursos más valiosos. Creo, por ello, que en ellos está la mayor responsabilidad. Los poderes dominantes en el mercado, no solo crean productos para seducir a los espectadores, sino que, de forma implícita y explícita, nos manipulan en su propio provecho.
Las personas que venden su intimidad en estos programas, lo hacen con un descaro, un vocabulario y unos contenidos reales o inventados, en no pocos casos hay una intimidad inventada, que dejo a su buen juicio calificar. Incluyen intimidad propia y ajena, trapos sucios de todo tipo, conflictos de parejas , etc. Les acompañan un coro de personas, ya con su "fama" consolidada, que comentan de las formas más disparatadas la vida privada de los demás, les hacen preguntas, aplauden o critican despiadadamente, mientras se gritan y se quitan la palabra.
En otros programas presentan la "primera cita" entre dos personas seleccionadas, supongo. Uno asiste perplejo a como dos personas, que saben estamos viendo, escenifican la cita. Algo que es íntimo, un momento de nervios, ansiedades y expectativas, vendido a unos espectadores que se divierten. ¿Puede haber mayor banalización de la intimidad? ¡Tanto valoran salir en televisión los que se presentan a estos programas!
Los programas sobre supervivencia, en algunos de ellos aparecen un hombre y una mujer desnudos, desconocidos hasta el comienzo de la experiencia. ¿Por qué le piden ir desnudos en la lucha por sobrevivir en un lugar hostil? ¿Son un timo estos programas? , ¿Son un timo, buena parte de los contenidos de las televisiones?
Le dejo con sus propias reflexiones. Tel vez debamos preguntarnos, si convertir la intimidad en un producto de mercado, no es ir demasiado lejos.
¿Qué efecto tienen estos contenidos sobre las personas y, sobre todo, en los adolescentes y jóvenes que los ven?
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