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El salario bruto anual subió un 1,2% en Castilla y León 2018, hasta los 20.628,92 euros
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El salario bruto anual subió un 1,2% en Castilla y León 2018, hasta los 20.628,92 euros

Actualizado 24/07/2019
Europa Press

Así, en Castilla y León el 73,15 por ciento del coste bruto lo constituyeron sueldos y salarios, mientras que las cotizaciones a la Seguridad Social, que ascendieron a 6.739 euros por trabajador, representaron el 23,9 por ciento del total

El salario bruto anual se ha situado en los 20.628,92 euros en 2018, cifra un 1,2 por ciento superior a la de 2017, un incremento que se sitúa por encima de la media nacional que registró un incremento del 0,9 por ciento y un salario medio de 23.003,2 euros, según la Encuesta Anual de Coste Laboral elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

El coste neto que tuvieron que pagar las empresas por cada trabajador ascendió a 27.934,01 euros en 2018 en Castilla y León --30.883,4 euros en el ámbito nacional--, un 1,8 más que en el año precedente, lo que supone siete décima más que la media nacional.

Si se tienen en cuenta las subvenciones y deducciones públicas, que ascendieron a 265,30 euros --202,3 euros en el ámbito nacional--, el coste bruto por trabajador alcanzó los 28.199,31 en la Comunidad -- 31.085,7 euros el año pasado en el conjunto del país--.

Así, en Castilla y León el 73,15 por ciento del coste bruto lo constituyeron sueldos y salarios, mientras que las cotizaciones a la Seguridad Social, que ascendieron a 6.739 euros por trabajador, representaron el 23,9 por ciento del total. De este modo, salarios y cotizaciones supusieron el 97,05 por ciento del coste bruto.

Además de estas partidas, casi 430,48 euros anuales correspondieron a gastos sociales, indemnizaciones por despido, gastos en formación profesional, transporte, indemnizaciones por fin de contrato y otros pagos compensatorios, a lo que se suman 268,72 euros para prestaciones sociales directas y 131 euros en cotizaciones voluntarias.

Por comunidades autónomas, el mayor coste neto por trabajador siguió registrándose en País Vasco (36.584,2 euros) y Madrid (36.562,2 euros), seguidas de Navarra (33.615,9 euros), Cataluña (32.922,3 euros) y Asturias (31.330 euros), todas ellas por encima del promedio nacional.

Ya por debajo de la media (30.883,4 euros) se situaron Baleares (30.108,4 euros), Cantabria (29.653,7 euros), Aragón (29.499,1 euros) y La Rioja (28.110,5 euros).

Cierran la lista Castilla y León (27.934 euros), Galicia (27.802,7 euros), Comunidad Valenciana (27.515,1 euros), Castilla-La Mancha (27.350 euros), Murcia (27.168 euros), Andalucía (27.140 euros), Canarias (26.479 euros) y Extremadura (24.951 euros).

Según el INE, Madrid y País Vasco fueron las comunidades con mayores salarios y gastos más altos en beneficios sociales. Por su parte, las mayores indemnizaciones por despido se dieron en Madrid y Asturias, mientras que Madrid y Cataluña fueron las que más invirtieron en formación profesional.

El coste laboral neto subió en 2018 en 13 comunidades, especialmente en Baleares (+3,4 por ciento) y País Vasco (+2,9 por ciento), y bajó en cuatro: Andalucía (-0,9 por ciento), La Rioja (-0,5 por ciento), Castilla-La Mancha (-0,2 por ciento) y Comunidad Valenciana (-0,1 por ciento).

Tamaño empresas ámbito nacional

De acuerdo con los datos del INE, el sueldo bruto anual de los trabajadores de grandes empresas (200 o más empleados) fue un 51 por ciento superior al de las empresas más pequeñas (menos de 50 trabajadores), con 28.324 euros en el caso de las primeras, frente a 18.762 euros anuales en el de las segundas. Las medianas empresas (de 50 a 199 trabajadores) pagaron a sus trabajadores una media de 24.581 euros en 2018.

De todos los centros de trabajo consultados por el INE para la realización de esta encuesta, el 94,1 por ciento de ellos, representativos del 88,2 por ciento de los trabajadores, regulaban en 2018 sus condiciones laborales mediante convenio colectivo, la mayoría (el 65,6 por ciento) de ámbito inferior al estatal (sectorial, autonómico, provincial, etc.).

El 2,1 por ciento de los centros de trabajo con convenio, representativos del 3,8 por ciento de los trabajadores, vieron modificadas sus condiciones de trabajo durante el año pasado. Tanto el porcentaje de centros que modificaron las condiciones de trabajo como el de trabajadores afectados subió ligeramente respecto al año 2017.

Según Estadística, el coste laboral neto más alto se registró en 2018 en los centros regulados mediante otra forma distinta al del convenio colectivo (37.097,2 anuales), seguido de los centros con convenio de empresa (36.562,6 euros anuales); los que tienen convenios estatales (30.080,6 euros), y de los que cuentan con un convenio de ámbito inferior al estatal (26.177,9 euros).

Industria, el sector con el mejor salario

Por sectores, la industria registró el mayor coste neto por trabajador en 2018, con 37.235,5 euros, lo que supone un aumento anual del 0,9 por ciento. Los costes no salariales de la industria subieron el año pasado un 2,1 por ciento, mientras que los salarios aumentaron un 0,4 por ciento, hasta los 27.474 euros anuales.

El sector de la construcción experimentó un incremento del coste neto del 1,4 por ciento debido al repunte en un 1,2 por ciento de los costes no salariales y del aumento en un 1,4 por ciento del sueldo pagado por este sector, que se situó en 22.426,6 euros anuales.

Por su parte, el sector servicios experimentó un incremento del coste neto por trabajador del 1,2 por ciento. Ello se explica por el ascenso de los salarios del sector en un 1 por ciento, hasta los 22.234,6 euros, y por el repunte de los costes no salariales en un 2%.

El organismo estadístico observa diferencias "notables" en los costes laborales por trabajador de las distintas actividades, con registros que oscilan entre los 19.083 euros anuales brutos de los trabajadores de la hostelería, hasta los más de 75.835 euros por trabajador en las secciones de suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado.

De hecho, las actividades de energía, pero también las de finanzas, destacaron por ser las que mayores sueldos y salarios pagaron a sus trabajadores y las que asumieron un mayor coste en beneficios sociales para sus empleados.

Las industrias extractivas y el suministro energétoco, por su parte, presentaron los mayores gastos derivados del trabajo, mientras que las actividades financieras y las inmobiliarias registraron los mayores costes en indemnizaciones por despido. Por contra, la Administración Pública y la Educación tuvieron unos gastos en concepto de despidos "muy inferiores" a la media.

El suministro de energía eléctrica y las actividades financieras son las actividades que más invierten en formación, mientras que hostelería y actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento son las que menos gastan en esta materia.

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