“Salamanca es una ciudad sabia y espero que el público estrene con nosotros este vendaval de...

Un "vendaval de emociones". Así describe Martirio el nuevo proyecto musical 'A Bola de Nieve', homenaje a dúo con Chano Domínguez al gran cantante, pianista y compositor cubano, y que este martes, 9 de julio, estrenan en Salamanca. Es la tercera colaboración musical entre ambos artistas tras los discos Coplas de madrugá (1996) y Acoplados (2005). Las canciones de Bola de Nieve, asegura, "se prestan muchísimo a desnudar el alma, y con la música que Chano le ha puesto, que ha hecho unos arreglos maravillosos, te pinta un decorado musical que es un placer estar dentro". Con el estilo inconfundible de la música de Martirio y Chano Domínguez, y con su complicidad, se forjan estas nuevas versiones tocadas por la copla, el jazz, el bolero filin y el flamenco. Confiesa que "el bolero filin es de las cosas más difíciles que he hecho nunca", y también que estrenar "impone mucho más". "Cuando llegas a un escenario nunca sabes qué va a pasar", apunta. El concierto, incluido dentro de la programación del (F)estival de la Universidad de Salamanca, tendrá lugar en el Teatro Juan del Enzina.

Muy jazz y muy flamenco, ¿podría ser esta la mejor definición de 'A Bola de Nieve'?

Yo tengo una palabra que me he inventido, filin flamenco, tiene mucho de filin, bolero filin, cuando en el bolero entra el jazz, y hay inherentes influencias flamencas por parte de Chano y por parte mía, eso siempre está ahí. Las canciones de Bola son como cantes, una forma de cantar que muchas veces parece cante flamenco, y tiene mucho que ver con el jazz y también con una copla desgarrada.

En 'A Bola de Nieve' está muy bien acompañada, por Chano Domínguez.

Después de un montón de años, el ultimo trabajo que hicimos fue en 2005, Acoplados, y habíamos hecho antes Coplas de madrugá. Un placer volver a estar con él, somos muy amigos, nos queremos mucho y hacía mucho tiempo que no estábamos juntos. Hablando un día nos dimos cuenta de que a los nos fascinaba la obra Bola.

¿Y ahí surgió este proyecto musical?

Ahí surgió ese enamoramiento por parte de los dos y las ganas de hacerle un homenaje y devolverle de una manera nuestra sus canciones, como un testimonio, para que se conozca aún más en el siglo XXI a un genio de la música y, sobre todo, de la expresión, de la forma de cantar y de tocar.

Pese a la veteranía, ¿se sigue poniendo nerviosa antes de un estreno?

Me pongo nerviosa siempre, y si vamos a estrenar impone mucho más. Como sé que Salamanca es una ciudad sabia y que conoce mucho la música, espero que el público estrene con nosotros este concierto vendaval de emociones.

¿Hay algún género musical con el que no se atreva Martirio?

No es que me atreva, es que son cosas que te surgen del corazón, de la gente con la que te juntas, de las cosas que descubres y las que tú necesitas hacer. Supongo que me seguiré atreviendo. Este género, el bolero filin, es de las cosas más difíciles que he hecho nunca, porque es cantar con una cantidad de matices, con unos tonos jazzísticos muchas veces, y sobre todo, es que la obra de Bola es absolutamente verdad.

¿Un reto mayor si cabe?

Es un reto, todo lo que hacía Bola lo hacía con una honradez absoluta, una exposición absoluta y desnuda del alma, técnicamente es difícil, pero anímicamente también, es un trabajo muy interior, muy profundo, muy musical y también muy espiritual.

Desnudar el alma, no hay mayor sinceridad con el público.

Sobre todo cuando se trata de este tipo de canciones que tienen mucha memoria, están describiendo estados anímicos y amorosos que le han pasado a todo el mundo, que se reconocen ahí, no se pueden cantar de memoria, tienes que contar quien tú eres a través de las canciones. Y estas canciones se prestan muchísimo a desnudar el alma y con la música que Chano le ha puesto, ha hecho unos arreglos maravillosos, te pinta un decorado musical que es un placer estar dentro.

¿Cuánto trabajo hay detrás hasta llegar al estreno?

Empecé a pensar en esto en noviembre de 2017, pero si uno tiene muchas ganas, las cosas van saliendo.

Cuenta con una dilatada trayectoria profesional, ¿cómo mantenerse sin perder la esencia?

Hay mucho de vocación, de ansia de libertad, de rebeldía con las cosas que no te gustan, de buscar tu propia voz, tu propio camino, tu destino. No me ha importado estar un poco más arriba o un poco más abajo, lo importante es que siempre he tenido ganas de hacer cosas, de enseñar cosas nuevas, tener un camino creativo.

¿Contra que es un buen antídoto la música?

La música te hace soñar, te hace compañía, te ayuda en los malos momentos y te mucha alegría en otros, estimula la memoria, te hace ser sensible, te cura, te hace bailar... tantas cosas.

¿Qúé es lo mejor que le ha dado la música?

Muchas cosas, lo primero ser libre e independiente. Tener un destino claro, cada vez cantar más desde el alma para que le sirva a la gente para reencontrarse consigo mismo. Me ha permitido conocer a músicos que adoraba, conocer países, culturas, un montón de cosas. También trabajar mucho el ego, para tener siempre ese respeto porque cuando llegas a un escenario nunca sabes qué va a pasar.

Una última pregunta, ¿el momento de las mujeres es ahora?

El momento es siempre y la lucha también. Hay mucha gente que está empeñada en dar pasos atrás, tenemos que estar muy preparadas, conscientes y muy fuertes, no dejando que se vaya ninguna de las libertades que ha costado tanto tiempo conseguir, y a por las que nos quedan, que queda mucho, sobre todo la educación y el respeto, eso es lo primero.