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Inés Luna vuelve a Salamanca con Komo Teatro
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ciclo Plazas y Patios

Inés Luna vuelve a Salamanca con Komo Teatro

Actualizado 06/07/2019
Charo Alonso

Las próximas represenaciones sobre la vida de esta ilustre y desconocida mujer se realizarán los viernes 12 y 19 de julio, a las 21.00 horas, en Las Úrsulas

En Salamanca Plazas y Patios, Inés Luna vuelve con Komo Teatro

La Salamanca luminosa de verano, generosa en plazas, patios, calles y terrazas, plena de gente de vacaciones que disfruta del tiempo reposado, de los remansos del tiempo en sus recodos, se llena de teatro, de voz y de canto y el escenario regresa otra vez a la calle. Una calle que se sienta, se calla, se detiene y vuelve a la esencia medieval del teatro a pie de tierra, ahí donde la iglesia condenó a los cómicos.

Salamanca, por obra y gracia del Ayuntamiento, se hace teatro de calle, y en las Úrsulas que recorriera Unamuno, ahí frente a su casa de muerte, su casa de destierro interior, la compañía Komo Teatro escenifica la vida de una de sus vecinas más ilustres y desconocidas. Porque un poco más allá, junto a la Purísima, donde luego vivieran los Villalobos y donde se instaurara el colegio oriental auspiciado por la fundadora, vivía la niña Inés Luna Terrero en la casa de su abuelo, el Senador, donde su padre, Carlos Luna, instalara la primera fábrica de la luz en Salamanca, como bien nos contó el profesor Eladio Sanz.

Tiene mi Dama Luna hechuras de mujer madura que evoca su vida. Amalia de Prado Leo, directora de Komo Teatro ha convertido su vida en un cuadro impresionista de delicadas pinceladas acompañadas de súbitos brochazos para recorrer un tiempo convulso. El de una heredera de la burguesía y el latifundio salmantino que quiso rebelarse contra su destino: culta, independiente, caprichosa y trágica, Inés Luna fue una niña mimada y cuidada hasta el extremo que, bien jovencita, supo de injusticia y de la arbitrariedad de su tiempo. Enamoriscada de un jornalero de su padre, interpretado por Jorge de la Gándara, asistió a la decisión de este de expulsar a toda la familia de sus tierras, familia que evoca Alfredo García Vicente, estudioso de la persona y de la comarca desde la curiosidad histórica y la vinculación de sangre. La Dama de Traguntía fue la causa de que expulsaran a los suyos, una gesta que relató Macu Vicente, su prima, y recogió en "Sombras en la niebla" el director salmantino Basilio Martín Patino.

Porque Martín Patino también estaba enamorado de Inés, como lo estamos todos los que asistimos a esta obra de teatro, enmarcada por la fantástica portada de las Úrsulas. En ella asistimos a la evocación de la niñez de Inés, su juventud en El Cuartón de Traguntía, la finca que heredó su madre, Inés Terrero, y que se convirtió en un espacio mítico en la comarca que ahora recorre su recuerdo en forma de hotel encantado. En ella recordamos su amistad con la inglesa, magníficamente interpretada por Ali Martín de Prado, su noviazgo con Gonzalo Aguilera Munro, en la voz del actor Jacinto Andrés Hernández de Vega y su posterior encuentro con Miguel Primo de Rivera, el General, el Dictador, a quien pone voz y presencia Félix Nieto Ballesteros.

La historia de Inés es una evocación desde la madurez recorrida con efectos teatrales sorprendentes y fecundos. El juego de las máscaras, el efecto del coro en el que participan todos los actores junto con Julia Tabarés y Carmen Báez, el vestuario y el atrezzo convierten el paseo por la vida de Inés en un recorrido que sorprende al espectador desconocedor del personaje y que a la vez, nos muestra una historia sorprendente: la de la Salamanca de los años anteriores a la guerra civil, la posterior contienda y la oscuridad que se cernió sobre vencedores y vencidos. Y todo desde un personaje real que vivió en Salamanca, adjuró de la ciudad y se refugió en la finca heredada donde ejerció con mano de hierro su calidad de ganadera y administradora. Una mujer incomprendida que, de repente, lo dejaba todo para conducir su propio coche y huir por los caminos de tierra, ya fuera al Madrid de su General o a las carreteras europeas y los grandes viajes por el Este de Europa, Oriente, Marruecos o Italia. Viajera, insatisfecha, mujer culta, políglota, contradictoria y caprichosa, Inés no supo nunca estarse quieta. Suyo era el espíritu de pelea, pero también de huida. Suya la casa que poco a poco se convirtió en su refugio y el de los sacerdotes maronitas que protegió tanto en Traguntía como en Salamanca. Mujer, después de todo, contradictoria, mística, cosmopolita, insatisfecha?

Un personaje protagonista de una historia mítica muy bien contada teatralmente por Komo Teatro, quienes han sabido muy bien vincular a Inés con Salamanca a través de la música. Porque es la música popular en las voces de los actores, voces tan inconmensurables como la de Félix Nieto, quien hace una arenga en la persona de Miguel Primo de Rivera verdaderamente épica y emocionante, que recorren el folklore charro y devuelven a Inés Luna a su raíz salmantina, enamorada de la tierra, de la encina, del toro. La figura mítica que sentaba a los grandes toreros a su mesa, que conducía su propio coche, que trajo el primer tractor al campo salmantino, que construyó la primera piscina privada en su jardín, que llevaba pantalones y cazaba con sus escopetas inglesas como ingleses eran sus perros, fue una mujer incomprendida en Salamanca y molesta en una posguerra que la veía fuera del ejemplo de la Sección Femenina, monárquica, anárquica en sus amores y sobre todo, mujer dueña de su insólito destino.

Música que emociona al público y no sólo nos enlaza con el personaje y con la historia, sino con los actores entregados a un personaje cuya vida y contradicciones están más vigentes que nunca, sobre todo en su deseo de retirarse al mundo rural y a la vez, participar de la modernidad a través del viaje, la aventura, el destino diverso de una precursora. La mujer que creció, en el jardín encantado que miraba a la Purísima, aquí, tan cerca de nosotros, calle, escenario, casa, recuerdo, historia viva de una Salamanca que palpita en plazas y patios, defendiendo su historia y sus desconocidas heroínas. Inés, Inés, Inesita Inés de nuevo para todos el vienes 12, el viernes 19, en Las Úrsulas, a las nueve de la noche salmantina. Y un detalle hermoso y primordial: la obra está traducida al lenguaje de signos. Otro aliciente por el qué felicitarnos muy sinceramente.

Charo Alonso / Fotografía: Fernando Sánchez.

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