El mexicano Diego San Román corta dos orejas al tercero, premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre
La tradicional novillada con picadores abría, en la tarde de este viernes 5 de julio, la Feria del Toro de Pamplona. Se lidiaban novillos de Pincha para Francisco de Manuel, Antonio Grande y Diego San Román.
Complicado fue el serio primero de Pincha, animal con el que Francisco de Manuel quiso estructurar faena a base de entrega. Quiso poder a las dificultades del animal el madrileño, exponiendo y cruzándose con el deslucido astado, que desarrolló genio a partir de la mitad de la faena.
No fue fácil el cuarto, un animal con el que apostó por irse a los medios por cambiados y a punto estuvo de sufrir un percance, siendo volteado durante la faena. Intentó el toreo en cercanías, matando a la primera pero requiriendo de golpe de verduguillo. Silencio.
Muy descompuesto en su embestida y nada fácil de lidiar fue el segundo del festejo, animal que sí derribó hasta en dos ocasiones al caballo, pero que luego le puso las cosas muy difíciles a Antonio Grande. Lo mejor, la estocada del joven salmantino, que mató a la primera al de Pincha.
Intentó el trazo pulcro y limpio con el segundo de su lote, con el que consiguió momentos de mayor brillo que con el peligroso novillo que le tocó en suerte en primer lugar.
Firme y colocado estuvo el mexicano Diego San Román en el tercero de la tarde, un animal con el que el joven azteca impactó por su quietud en el tendido. Hizo el toreo con mano baja y por ahí llegó al respetable, respondiendo el tendido al toreo de mano muy baja. Mató a la primera tras un final por circulares. Gran novillo, premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre. Dos orejas para el novillero.
Intentó todo en el segundo de su lote, un sexto con el que también mostró entrega pero el atasco con el acero evitó premio final.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Pamplona. Primera de la feria del Toro. Novillada picada. Tres cuartos de entrada. El tercero, premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre.
Novillos del Pincha.
Francisco de Manuel, palmas y silencio
Antonio Grande, silencio y ovación
Diego San Román, dos orejas y palmas
Fotos: Emilio Méndez