Los secretos del trading con CFD
No es extraño que a veces confundamos los CFD con otros instrumentos derivados como los ETF o fondos cotizados (Exchange Traded Fund en inglés), ya que comparten algunas características
Los CFD o contratos por diferencias son instrumentos financieros derivados cuyo valor se basa en un activo subyacente que no se posee físicamente. Son, como su nombre indica, contratos que firman los traders con el bróker en el que el primero pronostica que el precio del activo subirá o que bajará. Si el mercado se mueve a su favor, el trader ganará la diferencia entre el precio en el momento de la firma del contrato y el precio cuando cierra la posición.
Una de las características más ventajosas de este producto financiero es que permite diversificar la inversión, pudiendo operar sobre acciones, sobre euro dólar, sobre índices o sobre criptomonedas. Otro punto a favor de los CFD es que permite utilizar apalancamiento. Pero profundicemos un poco más en sus características.
¿Qué caracteriza al CFD trading?
Los CFD cuentan con las siguientes características que, a su vez, podrían considerarse ventajas:
El trader puede operar tanto en tendencias alcistas como bajistas al no poseer físicamente el activo subyacente.
La operativa tiene menos comisiones ya que el mercado permanece abierto las 24 horas del día de lunes a viernes.
A diferencia de los futuros, los CFD no tienen una fecha de vencimiento pre establecida y se pueden cerrar cuando el trader considere oportuno.
El capital invertido se puede adaptar al perfil de riesgo del trader, gracias al apalancamiento.
En el caso de CFD sobre acciones, el trader tiene todos los derechos económicos y por tanto puede acceder a un reparto de dividendos.
¿Cómo funciona el apalancamiento?
De todas las características de los contratos por diferencia la más difícil de entender para los traders principiantes es la del apalancamiento. ¿Qué es apalancamiento en trading? Es una herramienta que permite al trader invertir en posiciones de mayor valor al capital que posee, es decir, que tan solo tiene que aportar un porcentaje pequeño del total de la posición.
Por ejemplo, si el trader invierte en una posición de 100.000 euros, con un apalancamiento de 1:20 tan solo necesitará 5.000 euros para abrirla. Gracias a esta herramienta, podrá multiplicar su beneficio pero también sus potenciales pérdidas, por tanto el trading con apalancamiento también conlleva un riesgo más elevado.
La operativa con apalancamiento no es exclusiva de los CFD, también está permitida en otros mercados como Forex. No obstante, el regulador europeo ESMA ha impuesto unos límites de apalancamiento a los traders de CFD minoristas que están en vigor desde el pasado verano:
En los pares de divisas principales el apalancamiento máximo es de 1:30.
En los índices principales el límite se sitúa en 1:20
En materias primas, excluyendo el oro, el máximo está en 1:10
En acciones, ESMA lo limita a 1:5
En el caso de traders profesionales, que deben cumplir una serie de requisitos bastante estrictos para ser considerados como tales, el apalancamiento máximo es de 1:500.
CFD vs ETF
No es extraño que a veces confundamos los CFD con otros instrumentos derivados como los ETF o fondos cotizados (Exchange Traded Fund en inglés), ya que comparten algunas características. Sin embargo, sus diferencias son notables:
Su objetivo es replicar el comportamiento de un índice de referencia que puede ser de renta variable, fija, materias primas, etc.
Tienen un horario de apertura y cierre diario como los mercados a los que replican.
La operativa con ETF genera comisiones y gastos ya que se negocia como una acción, por lo que tendrá gastos adicionales derivados de la operativa bursátil, tal y como explica en una guía informativa específica la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).