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“Hay muchas razones por las que una persona no quiere vivir de manera artificial”
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HABLAMOS DE EUTANASIA CON EL GRUPO DE TRABAJO DMD EN SALAMANCA

“Hay muchas razones por las que una persona no quiere vivir de manera artificial”

Actualizado 22/06/2019
Redacción

Desde la asociación Derecho a Morir Dignamente en Salamanca reclaman un debate serio, largamente demorado, "sobre un derecho individual" y máxime teniendo en cuenta que "la sociedad está más avanzada y se lo va diciendo a los políticos"

"Morir dignamente en el proceso final de la vida". Con estas palabras resume Ángel León, portavoz del grupo de trabajo de la asociación Derecho a Morir Dignamente (DMD) en Salamanca, la lucha emprendida para que "se abra un debate y se consiga un derecho individual que consideramos que es importante en el momento en que estamos". El objetivo de DMD es informar y difundir los derechos ya conseguidos y otros por conseguir relacionados con la muerte digna. "Testamento vital, eutanasia, suicidio asistido, disponibilidad de la propia vida son términos relacionados con la libertad de cada individuo", explican.

Es indudable, y así lo apunta Ángel León, que "la tecnología y la medicina van muy adelantadas", pero "qué sucede con aquellos que no quieren que se les prolongue la vida de manera artificial". La sociedad no elude el debate sobre el derecho a la eutanasia, y de hecho "la sociedad está más avanzada y se lo va diciendo a los políticos".

Los datos no dejan lugar a dudas. El barómetro del CIS ha preguntado únicamente en dos ocasiones en los últimos veinte años sobre este tema. En 2009, el 58,6% estaba totalmente de acuerdo en que cada persona es dueña de su propia vida y de elegir cuándo y cómo debe morir. Respecto a la atención a pacientes con enfermedades en fase terminal, el 49,7% estaba totalmente de acuerdo en que, si la persona lo solicita libremente a sus médicos, la ley debería permitir que éstos le proporcionasen los medios necesarios para que ella misma pudiera terminar con su vida.

En 2011 volvió a preguntar, y el 77,5% se mostró a favor de que en España se apruebe una ley que regule el derecho de las personas a tener una muerte digna. Un apoyo aún más mayoritario arrojó en 2018 el Barómetro sobre Neurociencia y Sociedad, realizado por IPSOS a nivel nacional, con un 85% de los ciudadanos a favor de regularizar la eutanasia. Las mujeres las más proclives a actuar sobre este tema (87%, frente al 82% de hombres), y por edad, son las personas adultas de entre 30 y 50 años las que se muestran más a favor.

El aumento de la esperanza de vida tiene una cara menos positiva, y es que "vivir tanto no tiene por qué ir acompañada de calidad de vida, y cada vez son más las personas que mueren de enfermedades crónicas en la vejez". "Se trata de que tengas derecho a que no se te prolongara la vida de manera artificial o, incluso, a que la vida se termine antes de que empiece un proceso absolutamente irreversible y te lleve a estar condenado a un sufrimiento y a una angustia", explica León.

¿Por qué cuesta tanto abrir un debate profundo sobre este tema en nuestro país? "Es una moralidad que nos viene de antaño, de creencias religiosas que siguen influyendo, cada vez menos afortunadamente, en el que hay una confusión clara entre lo que sería una manera racional de ver la muerte y una posición de poder sobre la gente que tiene creencias religiosas", señala León al respecto.

¿Ha faltado voluntad política? Desde DMD lo tienen claro, "falta desde hace mucho, estamos más avanzados social que políticamente, pero cada vez es más difícil que los políticos no se planteen el tema de morir dignamente por los procedimientos reglados". "Lo que DMD persigue no es nada que esté fuera de la ley", subraya León. "Esta gente tan valiente como María José Carrasco, Ángel Hernández o Ramón Sampedro, que se graba en un proceso que tendría que ser íntimo, es un sobreesfuerzo para visibilizar un problema grande", añadiendo que "hay gente secuestrada en su propio cuerpo, hay muchas razones por las que una persona no quiere vivir de manera artificial".

Testamento vital

Informar sobre el testamento vital es otra de las cuestiones que aborda el grupo de trabajo DMD en Salamanca, asociación que cada miércoles de principios de mes instala una mesa informativa en el centro de la ciudad (Plaza Mayor). El testamento vital sigue siendo todavía minoritario, también en comunidades como la nuestra. "No está todavía en nuestra cultura y no deja de ser una provisión de voluntades", señala Ángel León.

El testamento vital, tal y como explica, "cubre dos lagunas, decirle a la gente que está a tu alrededor cuál es tu manera de pensar sobre cuestiones tan importantes como morir, y ayuda mucho a los equipos médicos a establecer una pauta de comportamiento". En otras palabras, el testamento vital "es dejar tus voluntades para cuando no tengas posibilidades de transmitirlas".

Desde DMD también inciden en dar a conocer a la población la Ley de Autonomía del Paciente, de 2002, y que pese a estar en vigor "es desconocida por muchos". Es una ley, añade, "corta pero enjundiosa", "todo lo que estamos hablando de limitar el esfuerzo terapéutico está escrito y reglado". Desde DMD, entre otras actividades, se han realizado charlas sobre testamentos vitales, "para informar y para resolver las dudas que se puedan plantear". A este respecto, tal y como apunta León, "pasa como con algunas películas que tratan este tema, no sé si voy a tener ganas de ver esto, piensas, pero una vez que estás y escuchas, la gente es realmente mucho más abierta de lo que pensamos". En algunas charlas "me ha sorprendido lo claro que lo tiene casi todo el mundo, sobre todo los jóvenes, cada vez menos influidos por la moral que nos ha acompañado".

La pasada legislatura, "aunque no salió por cuestiones políticas", se puso encima de la mesa la aprobación de una ley e eutanasia y suicidio asistido y, "derivada de esta, la modificación del artículo 143 del Código Penal". "Parece muy difícil que en esta legislatura no salga. Ahora ya hay mucho más consenso", subrayan desde la asociación DMD.

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