En 1994 fue la primera vez que se habló en el Congreso de los Diputados de eutanasia, pero el debate y los intentos fallidos de regularizar el derecho a morir dignamente se han sucedido en estas dos últimas décadas
El suicidio asistido y la eutanasia en nuestro país están penados por el Código Penal, con penas que van desde los dos a los diez años de prisión. En la pasada legislatura, por fin, parecía que se daría el paso definitivo para regularizar el derecho a morir dignamente, pero la proposición de ley, presentada en 2018 y bloqueada sistemáticamente, quedó en la mesa del Congreso de los Diputados. Sin embargo, ni mucho menos este ha sido el único intento fallido de sacar adelante una ley que proteja y ayude a las personas en la decisión final de cómo quieren morir. De hecho, como han recapitulado desde la Asociación Derecho a Morir Dignamente (DMD), ha habido otros intentos, también frustrados, en los últimos 25 años, y sin que haya habido consenso político.
¿Cuándo fue la primera vez que se habló de eutanasia en el Congreso de los Diputados? Hay que viajar en el tiempo, en concreto hasta el año 1994, tal y como recoge la asociación DMD en su última publicación, y de la mano de ERC (con la entonces diputada Pilar Rahola), que interpeló al Ministerio de Justicia sobre "las medidas que tenía previsto llevar a cabo el gobierno para llenar el vacío existente en el tema de la eutanasia activa", y posteriormente, presentó una propuesta para crear una ponencia que estudiara "dar curso legal a la demanda social generada en torno a la eutanasia".
En 1995 se daba luz verde al nuevo Código Penal, cuyo artículo 143 precisamente es el que la asociación DMD ha pedido que se reforme para despenalizar el suicidio asistido. En años sucesivos, 1998, 2001 y 2004, se propondría en reiteradas ocasiones la toma en consideración "de la ley sobre disponibilidad de la propia vida". En 2007, en el Congreso de los Diputados, la entonces ministra de Sanidad es interpelada sobre la regulación de la eutanasia, al tiempo que se debate una vez más la toma en consideración de la ley sobre disponibilidad de la propia vida. En 2009 hubo un nuevo intento, y otro más en 2012.
Y nos plantamos en 2017, año en el que se presenta una proposición de ley orgánica sobre la eutanasia, en nombre de Unidos Podemos, pero la abstención del PSOE y Ciudadanos, y el voto en contra del PP, dio al traste con su admisión a trámite.
Y tras más de dos décadas de debate, en 2018 parecía que la situación se desbloquearía definitivamente tras admitirse a trámite por primera vez una propuesta de despenalización de la eutanasia. Este mismo año, se admite también a trámite la propuesta de Ley de Eutanasia, del PSOE, con el apoyo de todos los grupos políticos excepto el PP. La mayoría del PP y Ciudadanos en la Mesa del Congreso dio al traste con las expectativas de aprobar por fin una ley, bloqueando la tramitación de ambas proposiciones.