El notable patrimonio verde de Salamanca

Salamanca cuenta con un notable patrimonio verde, siendo una de las ciudades españolas que supera la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la UE de que "las ciudades tengan al menos 15 metros cuadrados de zonas verdes por habitante, y en Salamanca tenemos 16 metros cuadrados", tal y como explica el doctor en Biología Juan Manuel Velasco, y cuyo último libro, 'Patrimonio verde urbano: Parques y jardines de la provincia de Salamanca. Plantas ornamentales leñosas', es el resultado de tres años de trabajo y el mejor catálogo ilustrativo de este legado natural. Un patrimonio verde tan rico - "hemos encontrado 363 especies de plantas leñosas (árboles y arbustos)"-, como en ocasiones desconocido.

¿Sabías, por ejemplo, que en la Plaza de Anaya se puede ver una secuoya gigante?, ¿o que el tronco del cedro del Himalaya de La Alamedilla tiene un perímetro de más de 4 metros? Con un guía de excepción, como Juan Manuel Velasco, descubrimos algunas de las valiosas especies que habitan en los parques y jardines de Salamanca, y cuya presencia es sinónimo de calidad de vida por los beneficios que reportan. La Alamedilla, el parque de Jesuitas, el huerto de Calixto y Melibea, el parque de San Francisco, Huerta Otea o Würzburg son algunos de los 48 parques y jardines con los que cuenta Salamanca capital.

Entre las especies más abundantes, es decir, las que más se plantan, "en La Alamedilla, por ejemplo, están los plataneros de sombra", que como explica Velasco "se plantan mucho porque aguantan muy bien la contaminación atmosférica, son de rápido crecimiento, admiten bien las podas y se pueden unir unas ramas con otras". Aunque "tiene un problema, y es que el polen es algo alergógeno, y también que ahora en verano las hojas se ponen blancas porque son muy atacadas por un hongo". Otros de los árboles que más abundan en Salamanca son los cipreses y los tilos, por ejemplo, "en ambas aceras del paseo de la Estación hay cinco especies de tilos distintos".

Árboles emblemáticos

¿Qué árboles emblemáticos habitan en la Salamanca verde? Los tejos, "uno en la Plaza de la Libertad o alrededor de la estatua de Colón". Un árbol que crece muy despacio y que tiene una particular historia. Era considerado sagrado para los celtas y "el objeto de madera más antiguo que se conoce en la arqueología es una lanza celta hecha con madera de tejo".

Mención especial merece el cedro de La Alamedilla, por lo que mide el perímetro del tronco. Los cedros tienen las hojas "aciculares y cortas", y este en concreto es un cedro del Himalaya, una de las tres especies que hay (junto al cedro del Líbano y el de la Cordillera del Atlas del norte de Marruecos). "Algunos llegan a ser árboles singulares, como el de La Alamedilla". Aquí lleva, calcula Velasco, "unos 130-140 años", y si "hace 15 años medía 4 metros de perímetro, hace unos meses cuando lo volvimos a medir tenía 4,30 metros".

Y, por supuesto, las secuoyas, y de las que podemos encontrar dos especies distintas en Salamanca. Una en el patio de las Escuelas Mayores de la Universidad de Salamanca, una secuoya "de la Costa del Pacífico de Estados Unidos que se suele llamar secuoya roja", y que tiene unos 140 años. Y la otra, en la Plaza de Anaya, "una secuoya gigante, en este caso de la zona de las Montañas Rocosas". Pueden superar los 80-90 metros de altura, "aunque en volumen de madera la secuoya gigante da más porque el tronco se hace más grueso".

Si hablamos de Salamanca provincia, entre otros muchos destacan, por su tamaño y longevidad, "una encina en el Campo de Azaba de más de 7 metros, y hay un tejo, de la Fuente de la Sábana, en el Bosque de Béjar, que tiene casi 5 metros de perímetro y en torno a 700 años".

La existencia de parques y jardines en la ciudad reporta numerosos beneficios, el principal el ambiental - "captan CO2, fijan partículas que están suspendidas en el aire y sueltan oxígeno"-, y cumplen además "una función social e incluso económica, y como ejemplo la terraza en La Alamedilla". También "mejoran la salud y lo que se ha dado en llamar el síndrome de Heidi o déficit de naturaleza que los urbanitas padecemos".

Argumentos de peso para concienciar a la sociedad de "la riqueza y de los problemas gravísimos que acechan al medio ambiente, sobre todo con el tema de los residuos, los plásticos", y al mismo para "poner en valor un patrimonio arbóreo que muchas veces pasa desapercibido". Parques y jardines que, como apunta Velasco, también darían para "hacer una ruta buscando el patrimonio escultórico escondido en los parques".

Patrimonio arbóreo en la provincia

El patrimonio arbóreo de Salamanca y provincia es el proyecto en el que ahora está embarcado Juan Manuel Velasco, y en el que llevan trabajando "casi dos años" para catalogar los "árboles notables de la provincia salmantina". Cien árboles, "y nos quedan por visitar unos 15-20", dentro del trabajo de campo que completarán en los próximos meses.

Otro campo "todavía muy desconocido" es el estudio de la biodiversidad de hongos de Castilla y León, ya publicada una primera parte. Respecto a Salamanca, cuenta con un completo catálogo de casi 2.000 especies de setas encontradas en la provincia, realizado y editado por la Asociación Micológica Lazarillo.