El candidato de Ciudadanos a la presidencia de la Junta afirma que las listas de espera en el Hospital de Salamanca "son un problema de mala gestión pura y dura, no por falta de personal cualificado o quirófanos"
Francisco Igea, diputado de Ciudadanos por Valladolid, es el cabeza de lista del partido de Albert Rivera a la presidencia de la Junta de Castilla y León, tras resultar vencedor en unas primarias -de las que mucho se ha hablado tras el 'pucherazo' interno- que inicialmente dieron la victoria a Silvia Clemente. "Voy a pelear por ser el próximo presidente de la Junta", afirma.
-Ha sido un diputado respetado por su grupo y sus rivales en la Cámara Baja y ahora candidato a presidir la Junta, ¿no da un poco de vértigo este paso?
Sí, siempre da, he estado muy a gusto trabajando estos cuatro años en el Congreso y he sentido reconocido mi trabajo por propios y extraños, pero tenía una responsabilidad como militante y mi obligación era presentarme porque en la política también hay obligaciones.
-Decidió hacerlo, con Silvia Clemente como rival, a unas primarias en las que, a priori, era el perdedor. Muchos ciudadanos lo vieron como un acto de valentía.
Creo que sí. Los ciudadanos de Castilla y León no entendían el mensaje que se quería dar con Clemente, porque, en general, están esperando un cambio como agua de mayo y veían que ésta era una ocasión, por eso muchos no entendían que fuera precisamente esta persona que llevaba tanto tiempo vinculada al PP.
-¿La desaparición del bipartidismo puede convertir a Cs en el partido que decida quién gobierna Castilla y León?
Estamos muy contentos con la evolución de las encuestas porque seguimos creciendo en intención de voto, ahora en torno a un 18% en las provincias más grandes, y esto nos indica que, muy probablemente, para las autonómicas mejoremos y nos permita encabezar el cambio sin complejos. De lo que se trata es de quién visibiliza ese cambio que la Comunidad necesita y Ciudadanos tiene muchas opciones. Tenemos muchas posibilidades de encarnar el cambio y la renovación después de 30 años de gobierno del PP. Castilla y León necesita una regeneración con un partido moderado, de centro, liberal y reformista y, nosotros simbolizamos el cambio sensato, ni PP ni PSOE.
-Mucho se está hablando de despoblación y de la España vaciada. ¿Todavía se puede frenar la pérdida de población en Salamanca y en el resto de la Comunidad?
Creemos que sí, pero no practicando las mismas políticas de los últimos 30 años, con una pérdida de más del 10% de la población. Llevamos 200 años con diputaciones y se siguen perdiendo habitantes. Necesitamos políticas reales y efectivas con medidas concretas. Proponemos rebajas fiscales del 60%, apoyo al emprendimiento, cuota cero para los autónomos y, sobre todo, hay que tener claro de qué quiere vivir esta Comunidad dentro de 30 años, sin pensar en ayudas y subvenciones. Castilla y León tiene mucha capacidad, cuenta con cuatro universidades públicas y hay futuro. Tenemos que apostar por la única industria que nunca se verá deslocalizada, el patrimonio cultural y natural; y por dejar aquí todo el valor añadido de nuestra industria agroalimentaria. Tenemos que ser capaces de competir en condiciones de igualdad con el resto de empresas de otras comunidades. Confiamos en nosotros y confiamos en la igualdad, vamos a pelear y ser imbatibles en la defensa de la igualdad.
"La política está muy sobrada de actos, festejos y pomposidad y muy escasa de resultados, lo importante es hacer cosas que cambien la vida real de la gente"
-¿Su principal preocupación?
Es estar a la altura de lo que los ciudadanos nos demandan, contar con los mejores y evitar la política partidista. Y que cuando pasen cuatro años, hayamos sido capaces de cambiar el rumbo de esta Comunidad y hacer algo efectivo y beneficioso y no de ocupar simplemente un espacio en los periódicos. Lo importante en la política es hacer cosas que cambien la vida real de la gente. Mejor sanidad, menos listas de espera, que Castilla y León deje de perder población y regresen los castellano y leoneses que se han marchado o que las universidades mejoren sus rankings. En política hay que hacer cosas útiles para los demás porque es una vocación de servicio y lo que nos tiene que preocupar es que los ciudadanos vivan, crezcan y mueran mejor.
-¿Se ve presidente de Castilla y León?
Voy a pelear porque así sea. Los ciudadanos que creen en el cambio de verdad, que tienen esperanza e ilusión, nos ven más a nosotros que al PSOE y al PP.
-En el panorama político nacional, parece que esta Comunidad pinta poco o nada, frente al poder de partidos nacionalistas.
Tenemos muy poca capacidad de decisión porque desgraciadamente, hasta ahora, se había ido al bando de los nacionalistas, por eso ha sido tan importante para esta Comunidad el fin del bipartidismo. Y resulta decisivo que esos 9 escaños que antes daban mayorías nacionalistas sean por los que se pelea en Castilla y León. La lucha por estos escaños, de provincias con 3 y 4 diputados, es la que nos dará la fuerza que tradicionalmente han tenido los nacionalistas.
-Buen conocedor de la situación de la sanidad, Salamanca arrastra las mayores listas de espera quirúrgicas. ¿Es por falta de medios o por mala gestión de los recursos?
Es un problema de mala gestión pura y dura, no por falta de personal cualificado o quirófanos, que los hay, es de gestión y tiene mucho margen de mejora. También se necesita transparencia, para que realmente los ciudadanos sepan cómo funciona la sanidad. Ha habido problemas de oscurantismo y libre designación y consideramos que es urgente un cambio radical, se necesita voluntad, aunque a veces los cambios exigen esfuerzos. Lo que no se puede es seguir en sanidad con una política conservadora hasta en la Fundación Anclaje, porque así estamos en Castilla y León, anclados, intentando no movernos y manteniendo el puesto y la política clientelar.
"El fin del bipartidismo ha sido importante y muy bueno para Castilla y León"
-¿Cómo son sus relaciones con Alfonso Fernández Mañueco y Luis Tudanca?
Correctas dentro de la política, tampoco hemos tenido mucha relación, pero ninguno de los dos simboliza ni la ilusión ni la esperanza.
-Por falta de políticos no será.
Hay demasiados políticos profesionales con exceso de devoción por la política. Siempre presentes en todos los actos, con sus discursos, restando protagonismo a los verdaderos profesionales, a los que protagonizan la vida de la Comunidad. La política está muy sobrada de actos, festejos y pomposidad, es excesivamente pomposa y muy escasa de resultados. Ciudadanos quiere vaciar la Comunidad de eventos pomposos y llenarla de resultados, profesionalidad y esperanza con una manera más honesta y humilde de hacer la política, pero mucho más efectiva y profesional.
-Afronta una campaña intensa, recorriendo la Comunidad, pero con la normalidad con la que no la pueden realizar compañeros de su partido en otras zonas de España. Inés Arrimadas en la visita que realizó a Salamanca se sorprendió de que nadie la insultara.
Me dejó helado, conmovido, aquí no lo pensamos porque prima la normalidad. Qué vida la de estas personas que son insultadas, acosadas, perseguidas. Los políticos tenemos muchos defectos pero, a veces, no valoramos lo que supone para algunos dedicarse a esto, defendiendo la igualdad de los españoles, se valora poco.
-¿Qué le pareció que la concejala Ana Suárez Otero dijera que se marchaba si ganaba las primarias Silvia Clemente?
Fue un gran gesto, no fue la única persona, y eso demuestra que hay políticos que tienen más convicciones que apego, es muy de agradecer. Ana es un símbolo de lo mejor de la política y estas son las personas que uno quiere tener a su lado. Me hizo muchísima ilusión, por el orgullo de estar en un partido con ella y con más personas que durante la campaña de primarias me han apoyado. El partido demostró que está lleno de gente que cree de verdad en la política y con ganas de participar en el cambio.