En la mayoría de los casos, "no identifica que la responsabilidad sea suya", ni que "sea quien está generando el problema"
Abordar el problema de la violencia de género desde otro de los frentes, los hombres que la ejercen. Los programas de atención a maltratadores son una herramienta más de prevención, pero ¿realmente se puede rehabilitar un maltratador? Es posible, pero no siempre hay voluntad por parte del agresor. "Existe una dificultad y es la forma en que acceden" a estos programas de rehabilitación de maltratadores, porque como señala Elena Hermo, psicóloga de la Asociación Adavas Salamanca, "no suelen hacerlo de manera voluntaria", lo que dificulta que tengan una mayor efectividad. De hecho, lo habitual es que accedan obligados por una condena judicial o por sus parejas y/o familiares. A la hora de hablar de resultados no se puede generalizar, porque "depende del tipo de terapia".
Aunque lógicamente la protección de la víctima de violencia de género es muy importante, abordar la rehabilitación del maltratador es fundamental para evitar que las situaciones de violencia se repitan. La persona que acude a estos programas, en la mayoría de los casos, "no identifica que la responsabilidad sea suya", ni que "sea quien está generando el problema". Dicho de otra manera, concienciarse de que su actitud es un problema no siempre es fácil, y de ahí la importancia de cuestiones como "la toma de conciencia o la identificación de los tipos de violencia".
Comportamientos que los más jóvenes reproducen, como constatan las cifras, y que reflejan que el problema de la violencia de género está presente ya en franjas de edad entre los 16 y los 23 años. "En chicas jóvenes está siendo un problema", subrayan desde Adavas.
Terapia para condenados por violencia de género
Entre los programas de tratamiento que se llevan a cabo en los centros penitenciarios destacan por su especial relevancia los programas terapéuticos destinados a aquellos internos que han cometido delitos de violencia de género. Se realiza en grupo y la terapia se prolonga a lo largo de un año. Está considerado un programa prioritario. Implantado desde 2005, según los datos del último informe publicado por Instituciones Penitenciarias, en los tres primeros trimestres de 2017 se ha realizado en 45 centros penitenciarios y participaron 833 internos.
El programa de control de la agresión sexual está dirigido a internos que han cometido delitos de tipo sexual contra mujeres o menores. La intervención psicoterapéutica para la recuperación del interno se prolonga durante dos años. Este programa está implantado desde 2005 y en los tres primeros trimestres de 2017 se llevó a cabo en 35 centros penitenciarios y participaron 390 internos.