Salamanca cuenta con unas 240 oficinas, frente a las más de 400 de hace diez años, resultado de la crisis financiera, las fusiones y la necesidad de reducir costes, argumentan las entidades
Salamanca ha perdido un 40% de oficinas bancarias en tan solo una década, quedando actualmente abiertas 244 sucursales, frente a las 409 que había en 2008, según datos del Banco de España. Al impacto de la crisis financiera, y las posteriores fusiones bancarias, se ha sumado la progresiva digitalización del sector. Por un lado, la reestructuración del sector ha llevado al cierre de oficinas, en ciudades como Salamanca, donde se producían duplicidades tras la integración de distintas entidades financieras. Por otro, las entidades financieras justifican el cierre de oficinas por la necesidad de reducir costes, sin embargo esto puede perjudicar a la población, sobre todo en lo relativo al acceso de los clientes al efectivo que no puede ser cubierto, como otros servicios bancarios, a través de la banca online.
En los últimos años no solo los municipios más pequeños se han quedado sin oficina bancaria, también en Salamanca es posible encontrar barrios sin sucursales, tanto en los barrios de más reciente construcción, como es el caso del barrio de Los Alcaldes o Huerta Otea, como en otros como el Barrio Blanco, que como señalan desde la asociación vecinal no han tenido nunca, y siempre han dependido de las oficinas de los barrios más próximos, como Pizarrales o Capuchinos. Cuanto más alejados están los barrios, más han reducido las entidades financieras su presencia con una oficina. Y no hay que olvidar que para muchos clientes sigue siendo un factor determinante abrir una cuenta en una entidad de la que sea fácil encontrar una sucursal
En otros barrios, como por ejemplo El Tormes, pasaron a depender de la única sucursal que queda en el barrio San José, y curiosamente en el local donde estaba la oficina bancaria hoy se ubica la sede de Fevesa (Federación de Vecinos de Salamanca).
En la última década en Salamanca, y según los datos del Banco de España, se han cerrado 165 oficinas bancarias, siendo la cuarta provincia de Castilla y León que más ha visto reducida la red de sucursales. La provincia en la que más oficinas se cerraron fue en Valladolid, 273, y contando con 336 al finalizar el año 2018; seguida de Burgos, con 213 oficinas menos; y León, con 177 menos.
En el resto de provincias, Palencia tiene 93 oficinas menos que hace diez años, Ávila 86 menos, Segovia 78 menos, Zamora 75 oficinas menos y, finalmente, Soria, con 44 oficinas cerradas.
La banca electrónica cambia la manera tradicional de relacionarse con el cliente, pero aumenta el riesgo de la denominada exclusión financiera, sobre todo porque el cierre de oficinas dificulta el acceso al efectivo, y hay que subrayar que en nuestro país sigue siendo el medio más habitual de pago.
Más de 1.300 oficinas cerradas en 2018
Desde el año 2008, se han cerrado en nuestro país 19.899 oficinas bancarias (incluyendo cajas de ahorros y entidades financieras de créditos), lo que traduce una reducción del número de sucursales del 43,1%. Solo en 2018 se cerraron 1.314 sucursales bancarias, quedando un total de 26.166.