Oración y plegarias en una querida procesión del Encuentro en honor de multitudes

Era un día esperado pero con un ojo puesto en la previsión meteoróloga y el otro en el recorrido de las iglesias propio de este Jueves Santo. Finalmente la tarde se tornaba fresca y nubosa, sin más, lo que hacía dejar los paraguas en casa y que multitud de personas abarrotaran calles y plazas para vivir la Procesión del Encuentro, uno de los emblemas más autóctonos de nuestra Semana Santa.

Jesús de Medinaceli, Nuestra Señora de la Esperanza y Jesús Flagelado partieron desde la iglesia parroquial San Miguel Arcángel, para iniciar sus diferentes itinerarios que culminaban en la Plaza de España, lugar en el que se concentraba el acto principal de oración. La de este año contenía sorpresas como la del ofrecimiento en forma de lluvia de pétalos a Nuestra Señora de la Esperanza, en la calle San Juan, y que culminaba con vítores y aplausos hacia la querida imagen.

Y así, con calma y un silencio solo roto por los sones d

e la Banda de Cornetas y Tambores de la Hermandad y la Escuela de Dulzaina y Tamboril de Macotera, quienes acompañaron los recorridos, todas las imágenes arropadas por cofrades de todas las cofradías peñarandinas, se encaminaron hacia el momento más especial de la celebración.

Ya con la noche cerrada, la oscuridad se adueñaba del ágora, solo interrumpida por los faroles y las velas, situándose cada imagen en una de las esquinas de la plaza, mientras el párroco Lauren Sevillano realizaba una sentida oración ante la imagen de Jesús en el Huerto, tras la que se reanudaron las marchas rumbo a la iglesia parroquial.

Este Viernes Santo será el de mayor actividad e intensidad en la ciudad, con cuatro procesiones que comenzaran a las 07:30 de la mañana en la Ermita de San Luis, con la celebración del Vía Crucis al que seguirá la procesión de la Vela, a las 11:30 horas, el Santo Entierro desde las 20 horas y la procesión del silencio, a las doce de la noche.