Costaleros, Hermanos de Carga. Hombros y manos que con sudor y tesón lleváis al cielo los pensamientos y las miradas de quienes desde el suelo lanzamos plegarias al aire. Sufrimiento, dolor y templanza en un tiempo que se torna en oración y fe al compás de los sones que marcan los tambores y las cornetas.
Desde el domingo de palmas, ese que dice hola a los resplandores de la pasión, señalamos a vuestros pasos, ávidos de tiempos y elegancia, al ritmo que marcan los compases de los sentimientos expuestos en las travesías, calles y plazas, que con zapatos de apenas un uso se disponen a seguiros.
Hoy que la tarde, la noche y la
madrugá, son vuestro calvario por los silenciosos espacios de la ciudad?hoy que las almas comienzan su peregrinar al hilo de esos sencillos espartos?hoy que todo se torna en belleza y sobriedad?hoy, el reconocimiento a todos y cada uno de esos seres que elevan la profundidad de la creencia a su máxima expresión, bajo la Luna y las estrellas.
Vosotros sois la luz, la vida y la resurrección de cada paso, de cada esencia, de cada penitente que sufre, palpita y padece al compás de vuestros pasos. Vosotros que todo lo dais, capuchones que todo ofrecéis, Cofradías que tanto lucháis?todos son Semana?todos tenéis algo de Santidad.