Entre la piel y los huesos

Canturreas. Y no sé qué canto te sostiene.

Cierras los ojos y no sé qué imaginas, dónde habitas; sé de dónde vienes, no hacia dónde vas.

Canturreas y no sé qué mundo paseas.

El tiempo ha huido, se ha ido con prisa. Tu larga vida se separa de ti por momentos y yo no conozco ese lugar.

Quizás entre arrullos buscas recuerdos perdidos, quizás los hilvanas, los pespunteas para que construyan ese edificio tan personal, esa extensa aventura de años en compañía.

Canturreas, quizás entre las nanas del recuerdo, en el refugio más bello, quizás en el útero materno, quizás allí te vas buscando tu origen, tu inicio, apuntalando tu hilván de horas sentidas y amadas.

Quizás cimientas esos pocos retazos deshilachados, quizás revives tiempos tan amados, quizás ves las caras que tu vida llenaron, escuchas sonrisas que el tiempo no ha borrado. Navegas en el limo del recuerdo, y yo a tu lado te interpreto.

Canturreas y viajas en colores, en sueños de azucenas y sombras de luces, quizás es el refugio de una luna llena que viviste, en que te entregaste y te dejaste mecer?

Canturreas y te abstraes, viviendo una almohada de amaneceres bellos, coleccionando tantos besos como diste y te dieron?

Canturreas su nombre en la distancia, en valses de atardeceres sosegados, entreabres los ojos, quizás para ver su cara sin el paso del tiempo, amontonas miradas entre horas de ensueño, tarareando un bolero.

Barajas sonidos confusos, relatos, historias que te cuentas cantando, y yo a tu lado veo la persona que habita entre la piel y los huesos, entre piel y huesos la persona que eres sigue estando.

Qué ignorante, el mundo ingrato, no sabe que con prisas anduviste tus años, que un día lo viviste y dejaste tu huella, tu hacer, tu amor, tu simiente que dio frutos, y sembraste tanto como diste, tu entrega, tu generosidad, tu alegría regando los días?

Canturreas y veo los recuerdos en tu canto, y escucho tus risas, tus besos, tus abrazos, la música que llenaba nuestras vidas, qué sabe, el mundo, tan ingrato.

Entre tu piel y tus huesos, con tanta vida, canturreas todos tus pasos, te meces en retales añorados? Eres persona, yo lo sé. Qué va a saber el mundo ingrato.