Cómo conseguir que la llama de la pasión con los años sea más intensa

La afirmación que indica que el amor, químicamente, solo dura unos tres o cuatro años ha quedado desmentida por innumerables parejas que superan con creces dichas cifras. Sin embargo, es cierto que la monotonía puede acabar afectando a la relación. La vida rutinaria en pareja suele derivar en rupturas irreconciliables, así que conviene evitarla por todos los medios.

En las próximas líneas aprenderás no solo a impedir que la rutina íntima se apodere de vosotros como pareja, sino también a lograr que la pasión, la cual suele estar por las nubes en los primeros meses de relación y puede ir decreciendo con el tiempo, vuelva a desatarse e incluso aumente en términos de intensidad.

El uso de juguetes para adultos

Antes de entrar de lleno en otros ámbitos es inevitable empezar por uno de los que mayor importancia adquieren en toda relación que se precie. En efecto, nos referimos al terreno sexual, el cual conforme van transcurriendo los años corre el riesgo de convertirse en algo demasiado rutinario.

Para romper de lleno con este tipo de monotonía íntima que tan peligrosa es ?demostrándolo las innumerables rupturas que ocasiona? son útiles varios consejos. El primero de ellos guarda relación con los juguetes para adultos, tales como los que están disponibles en la sexshop online Diversual.com.

Después de bastantes meses e incluso años de relación los estímulos que ambos miembros de la pareja reciben en pleno acto en la cama son prácticamente idénticos, sin presentarse demasiadas variaciones, por lo que por muy placenteros que sean no tardan en derivar en una situación monótona que, afortunadamente, es remediable.

Los juguetes íntimos entran en acción para que tanto él como ella experimenten en pareja todo un nuevo mundo de sensaciones. Indistintamente de los modelos elegidos, así como los tamaños y las formas, la vivencia que supone añadir este tipo de elementos a modo de juegos es muy productiva en lo que a la llama de la fogosidad se refiere.

Muchos de los productos que se comercializan hoy en día están caracterizados por trasladar una elevadísima dosis de morbo, especialmente aquellos que invitan a la pareja a adoptar nuevos roles nunca antes experimentados hasta el momento. Algo similar sucede con la siguiente sugerencia.

Seguimos con el ámbito sexual, puesto que tanto en edades muy jóvenes como en aquellas más avanzadas cuenta con una gran trascendencia. Es por este motivo que conviene cuidarlo si se desea que la fogosidad siempre esté presente en la relación. ¿Hace mucho que tu chica no se muerde el labio inferior al ver o hacer algo? ¿Tu novio o marido se muestra desilusionado en la mayoría de actividades hogareñas que realizáis? En tales casos es posible revertir la situación.

Para tal fin cuentas no solo con juguetes para adultos, sino también con muchas posturas que probablemente nunca se os hayan pasado por la cabeza. Por muy creativos que seáis ciertas combinaciones corporales no suelen surgir de la nada, requiriendo inspiración para posteriormente recrearlas en la cama.

Ya de por sí los productos eróticos detallados en anteriores líneas invitan a probar posturas completamente distintas más allá del tradicional misionero, aunque tanto con ellos como en caso de que prefiráis experimentar sin dichos productos existe un amplísimo abanico de posiciones que aumentan el placer masculino y femenino.

Todas ellas son asequibles, sin acarrear dificultades a la hora de plasmarlas no solo en la cama, sino también en otros lugares de la vivienda, desde el sofá del salón hasta la encimera de la cocina y las sillas del comedor.

Ciertas posturas permiten a ambos miembros de la pareja recibir una serie de estímulos que antaño parecían inexistentes. Gozar de tales vivencias completamente nuevas aumenta al máximo el nivel de fogosidad incluso en aquellos casos en los que las relaciones tienen a sus espaldas una elevada cifra de años de duración.

Las dos claves recientemente descritas cuentan con una altísima efectividad en toda clase de parejas. Sin embargo, en algunas pueden ser insuficientes, sobre todo si llevan demasiado tiempo conviviendo en el mismo domicilio. Ver siempre la misma cama, muebles idénticos y otros elementos no ayuda a incrementar la fogosidad.

Así pues, una buena idea se resume en acudir a un hotel por horas. Gracias precisamente a no alquilar la habitación durante todo un día los precios son bastante económicos, resultando perfectos para breves escapadas incluso sin necesidad de salir de la ciudad de residencia.

Conviene destacar el hecho de que en este tipo de alojamientos suelen dejarse ver varios detalles que invitan a la lujuria de las parejas que recurren a ellos, desde camas especialmente cómodas ?incluyendo conjuntos de agua? hasta espejos para deleitarse desde todos los ángulos con las acciones íntimas llevadas a cabo e incluso un jacuzzi en la misma habitación.