La Fiesta de la Matanza Tradicional llena de público el parque de Cipérez
Al convite de obleas Pan de Ángel y mantecados caseros de Aris, seguían unas exquisitas patatas 'meneas' hechas con fundamento
El día acompañó, la excelente temperatura en estos últimos días de invierno, a pesar de la niebla de primera hora de la mañana, ayudó para que la segunda matanza tradicional de Cipérez resultase todo un éxito de público.
Incluida en el calendario provincial de la Fiesta de la Matanza Tradicional, no podía faltar ?aun lo apretada de su agenda? la presencia del diputado de Turismo, Javier García, que destacaba el éxito de una convocatoria que comenzaba con el típico convite de dulces y aguardiente, apartado en el que no faltaron las exquisitas obleas Pan de Ángel de Cipérez y los mantecados caseros de Aris, eso para abrir boca.
El acto tenía lugar en el parque, lugar de celebración de todos los eventos gastronómicos que organiza el Ayuntamiento de Cipérez, y este era uno de los más importantes del año, pues además de su carácter gastronómico, trata de mantener una de las tradiciones más arraigadas en el acervo cultural de los cipereños, un objetivo también alcanzado a tenor de la atención puesta por un nutrido grupo de niños a cada paso de la matanza.
El gorrino, cruce de ibérico y duroc, y de 160 kilos, llegaba ya sacrificado desde El Cubo de Don Sancho, dispuesto para el chamuscado con soplete de propano y algunas ramas de tomillo. Balta era por segundo año el encargado del despiece mientras un grupo de mujeres preparaba las patatas 'meneás' para la comida, hechas con fundamento, y entre tanto, el alcalde, Francisco Alonso, trataba de coordinar el evento para que todo se desarrollara sin problemas.
Poco a poco y con la animación de un actor contratado por la Diputación, el cuerpo del cochino iba despareciendo del tajo en manto, costillas, lagarto, lomos y solomillos, para cerrar con jamones, paletas y las hojas de tocino, que bien a la parrilla bien en la cazuela, del cochino no quedarán ni los andares.