Viento en la cara

Recalca una canción de la grada: hay que cantar con más fuerza si vamos perdiendo. Y ahora es lo que toca. Dos derrotas consecutivas ante filiales de equipos de Primera División provocan que la grada tire y tenga que tirar del equipo hacia arriba. En las malas, también hay que estar, y la hinchada de Unionistas es experta en apretar los puños, afinar las gargantas y cantar con el alma, para devolver a los suyos a la vereda de la victoria y sumar.

El Real Madrid Castilla cada vez que cabalgaba en la tarde dominical sobre la portería de Molina metía zozobra, y los tres imberbes delanteros de arriba terminaron por ganar un partido en el que Unionistas siempre tuvo el aire de cara, que le frenó y no dejó que las cosas salieran como en la pizarra en vestuarios Aguirre había planteado.

Cuando las cosas no salen no salen, menuda perogrullada. Y se encima, el rival es de los buenos de la categoría, la derrota acaba por llegar. No hubo opción, y cuando las nubes no eran tan negras y algún claro se podía vislumbrar en el horizonte local, rápidamente un aire huracanado desencadenaba lluvia torrencial, para así aniquilar las mínimas esperanzas que podían tener los blanquinegros por sacar algo positivo.

Tras caer hay que levantarse, y como axioma obligatorio tanto en la vida como en el deporte, mirar lo próximo, cargarse de confianza y enmendar errores a través del trabajo semanal, son la receta mediata que tiene Unionistas de Salamanca para remontar el vuelo.

La permanencia sigue a la misma distancia que hace dos semanas y los números no mienten, con los mismos guarismos que en la primera vuelta ante los rivales ya jugados, el encuentro del sábado 9 de febrero es el más importante, el que va a retornar a Unionistas a los triunfos, a sonreír y demostrar que el equipo es de bronce.

Dice otra canción que entona la apasionada grada de Unionistas, que hay que estar en las buenas y en las malas, porque somos Unionistas, por lo tanto seamos consecuentes con la letra y lírica, y comencemos a preparar el próximo envite desde cero, con espíritu de "comernos" al rival y el de saber que el Adarve es la piedra a quitar de nuestro camino. Una senda esplendida de experiencias maravillosas.

Se avecinan emociones fuertes el próximo fin de semana en las Pistas, por lo que la grada hará gárgaras con miel durante la semana, tomará claras de huevo en su menú y con preparación operística, atronar y caldear un "infierno" con el que llevar a los suyos a la victoria. Apretar sin descanso y desmayo al rival. Porque aunque Unionistas no es de categorías, es algo más, queremos seguir pasándolo muy bien en la fiesta de Segunda B.