Viernes, 26 de abril de 2024
Volver Salamanca RTV al Día
El pozo y el hambre
X

El pozo y el hambre

Actualizado 02/02/2019
Fructuoso Mangas

Pido alguna disculpa por poner este título. Confieso que lo he puesto para aprovechar el tirón y para recordar valores y responsabilidades. Y sin olvidar nunca que un solo niño, o un joven o un adulto o sobre todo un anciano, es, o son, media

Lo del hambre es insoportable. Lo fue siempre. En estos días el tema se me mete en las carnes de la mano de Manos Unidas aunque es un espanto que dura el año entero. Se me van los ojos, y las manos, por medio mundo y repaso el hambre de derechos y de casi todo de los mixtecas del estado de Guerrero, de los valientes fugitivos del Tren llamado de la Bestia que atraviesa todo México como un fantasma, la desesperada estampida que un día sí y otro casi tiene lugar en las vallas de Melilla o en las costas de Grecia, la soledad sin pan y el abandono sin voz de medio Sudán del Sur, la interminable guerra importada que diezma la población de la República Democrática del Congo, el campo de refugiados de Daab en Kenía (cuesta creer que son 350 mil en medio de la nada), el hambre jamás saciada ?pan, agua, tierra, paz, libertad?- de millones y millones de desplazados por cientos de campos de refugiados, el hambre sin escuela y sin pozo de agua, sin hospital y sin dignidad de millones de personas malrepartidas, malnacidas, maldi(t)chas y malentendidas, malnutridas y malheridas, maltratadas y malvendidas? por medio mundo.

Y así una lista interminable, impía y vergonzosa. No es un niño en un pozo, no, ¡son 15.999 niños más uno! Menores de cinco años que cada día mueren (FAO dixit, pero bah, son seis millones al año, es increíble y no nos lo creemos) por desnutrición, por falta de asistencia sanitaria y por miseria extrema. Da miedo pensarlo. Por eso deje de leer o se salte algún párrafo y piense en otra cosa. Lo siento.

Es que ni siquiera es de buen gusto hablar de ella, del hambre de millones. Es el mal gusto, por amargo y reivindicativo, de organizaciones como Manos Unidas que hablan de ella y nos la recuerdan. Y recuerdan que tiene solución, difícil y lenta pero posible, y que mientras tanto hay medidas concretas que aceleran esa solución definitiva, mal que nos pese y aunque las neguemos para poder mirar para otro lado con la mala conciencia tranquila.

¡Qué crueldad la del hambre! No puedo no recordar lo de Miguel Hernández, en la cuna del hambre mi niño estaba, uno de los versos más amargos que conozco. No sé si fue antes o después, pero él mismo, en El hombre acecha, declara: aquí estoy, aquí estamos (para reclamar el pan justo para el hambre del pobre). Y con mucha humildad y respeto me atrevo a decir lo mismo: Aquí estamos.

Y quizás tengamos que confesar con Pablo Neruda en Manos del Día, aunque sea porque el Pisuerga pasa por Valladolid, que Me declaro culpable de no haber hecho, con estas manos que me dieron, una escoba. Y al mirarnos las manos quizás también nosotros veamos que no hemos hecho, efectivamente, ni una escoba. ¿Y si unimos las manos y nos dedicamos a hacer escobas, a barrer y limpiar, a quitar y a juntar? Si cada uno hiciera una escoba?; suena a lo de Los Sílex hace años, pero valdría hoy también. Porque Manos unidas es demanda a favor de los hambrientos, pero es también denuncia y descalificación de todos los poderosos y prepotentes que van por el mundo produciendo hambres e injusticias. Hay que barrer mucho para cambiar las cosas?

En medio de esta quiebra caben acciones e indignaciones, proyectos y ayunos, informaciones y cambios sociales? Y, sin olvidar las escobas, caben muchas cosas que barrer y otras tantas que hacer. Y hasta son casi de obligada participación para el ciudadano preocupado por las cosas de humanidad. Por ahí van las iniciativas e intervenciones de Manos Unidas, como los de otras organizaciones que trabajan en ese campo, y que se concentran especialmente en este mes de febrero. Por eso nos invita a tres medidas bien clásicas y todas gratis: oración (10 horas del viernes día 8, desde las 10h) en Montellano, ayuno todo el día 8 (mesa, bar y compra) como cosa solidaria y limosna (¿sabe que es griego y en castellano significa "compasión?) el domingo día 10 en las iglesias.

Van a cumplirse pronto mis sesenta años (¡sesenta años!) de trabajo como voluntario de Manos Unidas y de socio de otras organizaciones similares. En este tiempo he aprendido, he crecido, me he indignado, me he convertido (muy poco), me he apasionado y he descubierto que se puede empujar un poco la historia del hambre y del pan y, como aquel chaval de los cinco panes de cebada en el evangelio de Juan, cada uno tiene resortes suficientes - tiempo, participación, presencia, voz y gestos, sentimientos, conciencia, dinero, cinco panes como el chico de Juan o dos peces, capacidades, palabra, valores y virtudes? - para echar una mano y empujar el carro de la justicia, del desarrollo y de la dignidad para todos, especialmente para la cuarta parte de la humanidad (poniendo por delante los 15.999 más uno de menores de cinco años que mueren cada día) que pide pan y reclama justicia. No veo escapatoria.

La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.

Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.

La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.

En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.

Comentarios...