De nuevo, repensar el transporte público colectivo.

Estos días se publicaron datos del servicio de transporte público en 2018. Lo llamativo es que, como otras veces, solo un medio de comunicación pormenorizaba por líneas, y el resto no (o son unos incompetentes, cosa que no creo, o la información pública tiene una extraña difusión). Acompañados por la renovación de 12 autobuses de la flota, tiene cierto cariz triunfalista. Se han realizado 13.283.816 viajes en un servicio público obligatorio y de responsabilidad municipal, mediante concesión a una empresa privada. El dato es muy bueno, solo falta medio millón para alcanzar el techo de 2009.

¿Esto quiere decir que está todo hecho?. Diría que aplicar las propuestas del Plan de Movilidad aprobado por el Pleno ayudaría a consolidarlo, y permitiría afrontar la siguiente fase que parece evitarse: quitar usuarios al vehículo privado. Sí, el que suele ser responsable de la inmensa mayoría de atropellos como los últimos. El mismo que ocupa la mayoría del espacio en nuestras vías públicas y contribuye demasiado a volverlas peligrosas, huérfanas de niños y complicadas para las personas mayores.

En esa línea me alegra que el Ayuntamiento haya visto, por fin, la necesidad de crear un Grupo de Trabajo para Reordenar el Transporte Público de Salamanca. Esperemos que verdaderamente participativo. Diría que encaja más en la "defensa de los intereses generales de las salmantinas y salmantinos", y consigue "hacer de Salamanca una ciudad mejor, más cómoda y habitable para los vecinos y con más oportunidades", que cuando dijo esto el equipo de gobierno justificando la subvención de cenas varias de alguna empresa privada concesionaria.

Necesitamos que se afronte de forma global la movilidad en la ciudad, función de un Plan de Movilidad Sostenible. Ante todo devolviendo la prioridad en nuestras calles al peatón, acompañado de la bici y el autobús urbano. Diseñando el espacio público, el entramado viario, desde esa perspectiva. En la calzada hay que dar prioridad al transporte público, primando itinerarios cómodos y eficientes.

Los autobuses que vienen de la Avenida de MIrat, a la derecha, no pueden girar a Maria Auxiliadora y van a dar la vuelta a la Plaza de España, perdiendo tiempo. ¿No va siendo hora de cambiar las cosas?

Por ejemplo. Los autobuses que vienen de la Puerta de Zamora por la Avenida de Mirat y deben girar hacia María Auxiliadora, han de hacerlo sin llegar a la rotonda de la Plaza de España que esta fuera de su recorrido. O los que sirven a San José-Tormes-La Vega pasando por la Vía Helmántica donde no atienden a nadie, pueden ahorrarse ese recorrido desde una estrategia de movilidad distinta a la actual. Por supuesto intervenir en los cruces para beneficiar al autobús urbano, o poner en marcha carriles exclusivos como en la Gran Vía o el Puente Enrique Esteban es irrenunciable. Junto a una apuesta clara, decidida y desde la perspectiva del usuario en el Transporte Metropolitano.

Parada de autobús metropolitano. Como símbolo de la "apuesta", esa pantalla solo informa de la hora, la foto se hizo a finales de Septiembre. ¿Aconseja que esperemos al futuro?, llevamos años haciéndolo.

Y volvemos al diseño de las paradas. Ahora el autobús tiene que parar en la banda de aparcamiento o en un andén exprofeso que estrecha aceras, con maniobras que repercuten en la seguridad y comodidad de los usuarios y en la duración del viaje. Y lo habitual es que ni siquiera tengan las dimensiones adecuadas para el buen uso del arrodillamiento del vehículo o su rampa para discapacitados. Tiene que parar en el carril de circulación como ocurre en otras ciudades. Eso es prioridad.

En esta parada los usuarios acceden al autobús por donde la mujer del fondo, junto al cartel amarillo.

Por no hablar de la señalización de las paradas, con marquesinas fuera del punto donde se recogen los viajeros como en el Paseo de Carmelitas al lado de la Santísima Trinidad, o en la Avenida de Mirat 17 donde se para varios metros más allá del poste señalizador. En la Avenida de Mirat sería buena idea repensar las paradas actuales, teniendo en cuenta lo cercanas que resultan entre sí para algunas líneas. Hay que ir más allá de retocar recorridos actuales, hay que "llevar" todos los barrios a servicios esenciales como el Hospital, Campus Universitario, Estaciones o la Administración.

Grafico del nuevo Complejo Hospitalario. Remarco las entradas dado que no se ven bien. A la derecha la que lleva a Consultas, abajo a la izquierda la zona de Hospitalización.

No olvidemos el nuevo Hospital, catalizador de esta Reordenación. El nuevo complejo tiene dos puertas, según las webs oficiales, Hospital junto al rio y Consultas en el Paseo de San Vicente donde paran ahora los autobuses en sentido sur. Según los datos de Actividad Asistencial que publica la Junta, las consultas doblan las estancias hospitalarias. Espero que para vestir a un santo no desvistan al más importante.