El documento inicial, sienta los primeros planteamientos para realizar esta votación, que se llevaría a cabo cercana a las elecciones municipales, y con la que, tal y como destacan "restablecer una situación que responde de mejor forma a la situación y el
Rágama aprobaba por unanimidad, en una sesión plenaria extraordinaria celebrada de urgencia en la noche de ayer, el documento que recoge el primer acuerdo municipal para la celebración de un referéndum a través del cual se votara el planteamiento para su posible secesión de la provincia de Salamanca y su posterior anexión a la de Ávila.
Un acuerdo, no exento de debate, que finalmente salía adelante mediante la formalización de un documento oficial, que ya ha sido notificado a la subdelegada del Gobierno, Encarnación Pérez, en el que se especifican los pasos organizativos de un referéndum a la ciudadanía, que se celebraría coincidiendo con las próximas elecciones municipales, a través del cual, tal y como destaca el regidor ragameño, José Luís Moyano, "recuperar el estatu quo de 1833 por el que Rágama pertenecía hasta ese momento a la provincia de Ávila y a su Obispado hasta los años 50, entendiendo dicho cambio como una decisión política arbitraria que no contó con la ciudadanía".
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Ha llegado el momento de restablecer una situación que responde de mejor forma a la situación y el sentimiento real de los ragameños,
mucho más ligados a los municipios vecinos de la Moraña, a la que pertenece histórica y culturalmente, y con la que comparte muchas más relaciones" resalta Moyano.
Este planteamiento lleva fraguándose tiempo de manera discreta en la localidad, siendo consensuado a lo largo de todo este año 2018 por los diferentes colectivos de la sociedad local, quienes coinciden en que el sentimiento hacia esta decisión se ha visto agrandado en los últimos años por el ninguneo y olvido del municipio por las instituciones comarcales y provinciales de Salamanca, viendo como, por ejemplo, se arreglaban todas las iglesias Mudéjares de la provincia abulense mediante un plan especial mientras que el templo ragameño quedaba en el olvido.
Con este cambio, que en un principio cuenta con un amplio apoyo de la población, se pretende retornar a una cohesión con la comarca natural con la que los unen lazos de pasado pero también, tal y como señalan "más oportunidades de futuro que con la comarca peñarandina".