García Montero pide un esfuerzo para dejar fuera de la crispación política a las lenguas maternas
El poeta y catedrático granadino reivindica el valor absoluto de las humanidades y el concepto de verdad en su conferencia en la Universidad de Salamanca
El director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, ha reivindicado, en estos tiempos de descrédito de todo, el valor de las humanidades y el concepto de verdad "tan desacreditado". El poeta granadino, que ha impartido la conferencia 'Las humanidades: una forma de compromiso', organizada por el Centro Internacional del Español de la Universidad, afirmó que una de las funciones fundamentales del instituto es reconocer el plurilingüismo de España, con las cuatro lenguas oficiales y diversas regionales. "Es una riqueza y estaría muy bien que hiciésemos el esfuerzo para sacar las lenguas maternas de la crispación política coyuntural". En este sentido, el rector de la USAL, Ricardo Rivero, recordó que la Universidad fue pionera en los años 50 con cátedras par el estudio del catalán, gallego o euskera.
El catedrático granadino, destacó el papel de la Universidad como "aliada decisiva" en la puesta en marcha de los programas de enseñanza del español para extranjeros. Recordando que tanto la USAL como el rector forman parte del patronato del Instituto Cervantes, consideró al estudio salmantino como una pieza fundamental "desde la perspectiva panhispánica y de iberoamérica" con los programas de enseñanza del español, DELE y SIELE . La comunidad del español "sumamos más de 480 millones de hablantes y más de 577 como segunda lengua", manifestó el director del Instituto Cervantes.
Sobre el contenido de la conferencia, el poeta andaluz reivindicó, "en estos tiempos de descrédito absoluto de todo" el optimismo y el valor de las humanidades, con el concepto de verdad tan desacreditado. El también Premio Nacional de Crítica y Premio Nacional de Literatura reflexionó y reivindicó la figura del salmantino Salvador Vila, filólogo arabista y discípulo de Miguel de Unamuno, rector de la Universidad de Granada en abril de 1936, ejecutado en octubre de 1936, considerándolo un ejemplo claro de compromiso de las humanidades. Asimismo, también hizo referencia al poeta sevillano Antonio Machado y su concepto de verdad: "La verdad es la verdad, la diga Agamenón o su porquero" o "Tu verdad no, la verdad, vente conmigo a buscarla, la tuya quédatela".