Piden perdón a toda la sociedad, especialmente a las víctimas y sus familias, e invitan a todos a denunciar estos hechos ante la autoridad civil o eclesiástica
Los sacerdotes y religiosos de la Diócesis de Salamanca, representados en el Consejo Presbiteral, reunido en sesión ordinaria el lunes 12 de noviembre de 2018 en la Casa de la Iglesia, acordaron manifestar a todos, diócesis y ciudadanos, la siguiente reflexión:
1. Lamentamos profundamente los abusos sexuales a menores que algunos hermanos sacerdotes hayan cometido a lo largo de estos años.
2. Pedimos perdón por ello especialmente a las víctimas que han sufrido en primera persona los abusos y han visto rota su vida. También a sus familias y a la sociedad entera. Reconocemos que es un escándalo y asumimos como propio el dolor causado y sinceramente pedimos perdón. Deseamos que nunca más vuelva a suceder y pedimos a todas las víctimas, que denuncien abierta y claramente los hechos, que aporten las pruebas correspondientes ante el juzgado (civil o eclesiástico) y que no callen ni guarden silencio.
3. Además de los procesos civiles, la Iglesia tiene procesos de esclarecimiento, de enjuiciamiento y, si procede, de condena y reparación de los hechos. Los últimos papas los han potenciado y fortalecido.
4. En nuestra diócesis, nuestro obispo Don Carlos ha iniciado alguno de estos procesos cuando ha habido denuncias presentadas y ha actuado con absoluta corrección, conforme a derecho, con honestidad e integridad, con paternal acogida a las víctimas y con la actitud de discreción y respeto que estas cuestiones exigen. Como presbiterio, respaldamos su actuación y expresamos nuestra comunión con él, y queremos que de ella participe todo el Pueblo de Dios en Salamanca.
5. Las publicaciones de casos de abusos sexuales a menores por parte de sacerdotes han generado inquietud y desconcierto en la comunidad diocesana, por eso nosotros invitamos ?siguiendo el ejemplo de Jesús- a vivir la misericordia y la compasión con todos, sin que con esto se rebaje la justicia y haciendo con humildad una lectura lo más objetiva posible de los hechos, buscando la verdad.
6. Reconocemos la necesidad urgente de crear una cultura que respete la dignidad de todas las personas especialmente de los más débiles e indefensos, tarea que nos involucra a todos en la Iglesia y en la sociedad.
7. Invitamos a los católicos de Salamanca a vivir estas experiencias con humildad y con fortaleza cristiana.