Con una trayectoria que arrancó en 1998, este marchamo de carne de calidad inaugura este viernes unas amplias y modernas instalaciones situadas en la calle El Bierzo, 37, bajo
La Marca de Garantía Ternera Charra, cuyos orígenes se remontan a 1998, inicia una nueva etapa en su ya larga trayectoria inaugurando este viernes, 5 de octubre, unas amplias y modernas instalaciones en la calle El Bierzo, 37. Al acto está prevista la asistencia de Jorge Llorente, viceconsejero de Desarrollo Rural de la Consejería de Agricultura; Alfonso Fernández Mañueco, alcalde de Salamanca; Javier Iglesias, presidente de la Diputación, además de Javier Boyero y José Martín Bravo, presidente y vicepresidente de la Marca de Garantía, respectivamente.
Optimista con el futuro, el presidente de Ternera Charra admite haber pasado momentos difíciles y duros, pero "gracias a las medidas tomadas en su día hemos llegado hasta aquí, con un nivel de negocio impensable hace 10 años", añadiendo que tras los cimientos ya asentados "el desarrollo será más fácil, con un crecimiento que queremos que sea sostenido" en una provincia que considera "complicada" desde el punto de vista comercial.
Con 20 años de recorrido, buscar la estabilidad social y económica de todos los socios de la Marca de Garantía "sean del sector que sean" es uno de los objetivos de la directiva que preside Javier Boyero. Acaparando un 12-13% de las vacas nodrizas de la provincia, Ternera Charra -con unos 250 productores- controló el pasado año alrededor de 12.ooo animales con una facturación anual que ronda entre 12 y 14 millones, con importantes mercados. Además de Salamanca, Cáceres, Valencia, destacan también Cataluña y Madrid. "Vamos creciendo en función de nuestra producción, porque hay más demanda que producción", manifiesta Boyero, que incide en que la marca cuenta con "lo mejor de la provincia, desde el ganadero al carnicero".
Ternera Charra, patrocinador de Unionistas de Salamanca, califica y controla cada fase de producción, desde la explotación al punto de venta, pasando por el cebadero, el matadero, la sala de despiece y el mayorista con un objetivo fundamental, asegurar la mejor calidad de la carne y ofrecer una garantía absoluta al consumidor. A la marca de garantía se suma, desde el año 2013, la creación de Ternera de Salamanca, sociedad comercializadora que su presidente define como "vehículo fundamental" en la evolución de la marca para el control exhaustivo de la producción y todo el proceso de comercialización de la carne hasta llegar al punto de venta final. Una comercialización en la que también se incluye de manera importante el vacuno mayor, con un caché gastronómico al alza.
Una marca consolidada que aspira a tener una incidencia "más grande e importante" no solo en el ámbito provincial, también en el nacional a lo que ya contribuyen los cuatro cebaderos de integración con los que cuenta Ternera Charra a los que se sumarán otros tres ya en proyecto, con un stock de animales que supera el millar. "Producimos lo que nos pide el mercado", resaltando la importante evolución genética de las reses, conseguida con niveles de cruzamiento superior con la base de morucha y avileña.
El cebo y conseguir que el valor añadido que genera la producción de vacuno de carne de Salamanca se mantenga en la provincia es uno de los grandes retos del sector y de la marca que preside Javier Boyero, de ahí que se trabaje de manera intensa por recuperar la tradición del cebo, de manera que se pueda cerrar el ciclo en Salamanca.
"Hace 30 años se cebaba el 100%" recuerda su presidente, por lo que manifiesta que la marca estará en aquellas iniciativas, tanto públicas como privadas, que fomenten el cebo y desarrollen industrias transformadoras y comercializadoras. "Estamos dispuestos a promover y potenciar el cebo", aunque afirma que para que el valor añadido de la producción de vacuno de carne se quede en Salamanca -a la cabeza en el censo de nodrizas- falta tanto inversión, como iniciativa del sector primario en una provincia en la que, reconoce, "ha cambiado mucho la mentalidad del ganadero, con más estabilidad y profesionalidad". Pero apunta a un problema para el despegue de este sector en la provincia, la falta de transición en el sector productor. "Hubo un tiempo en el que se fueron los jóvenes y quedaron los mayores y ahora las ayudas para la incorporación llegan tarde o no llegan".
Veterano productor, Javier Boyero reconoce que, actualmente, el sector del vacuno de carne es uno de los más estables, aunque "susceptible de mejorar, y de empeorar". Está en un momento de tranquilidad, con los vaivenes lógicos del mercado y a expensas, en no pocas ocasiones, de los movimientos de los mercados internacionales, reconoce. El presidente de Ternera Charra está convencido de que el sector no depende tanto de la exportación como se quiere hacer creer en determinadas situaciones, "sí incide, pero en absoluto se depende tanto de las ventas a países como Turquía". Asegura que el sector exporta entre un 5-10% de la producción, pero reconoce que, desde el punto de vista psicológico, su incidencia alcanza entre un 70-80%. En este sentido, hay que tener en cuenta que España exporta más a Italia y a Portugal que a países como Turquía o Líbano.
Sobre el proyecto de unificar en una gran marca la producción de vacuno de carne de Salamanca, abanderado en su día por el que fuera consejero de Agricultura, José Valín, el presidente de Ternera Charra asegura que se trabajó mucho y se perdieron cinco años. "Vimos que era imposible y nos centramos en Ternera Charra, creciendo más del 100%". Boyero explica que defendieron en aquel momento "y lo seguimos haciendo" que hay que proteger lo que se produce en la tierra "aunque la Junta de Castilla y León, con Silvia Clemente al frente de la Consejería, optó por defender una marca de carne para Salamanca basada en una raza".
Al margen de la situación del mercado, el repunte de la tuberculosis bovina en algunas comarcas de la provincia vuelve a preocupar a los ganaderos. Una situación que no es nueva para el sector. "Lo hemos sufrido, lo sufrimos y lo sufriremos", reconoce Boyero, que considera fundamental luchar y realizar las inversiones necesarias para hacer frente a los contratiempos sanitarios.
Fotos: Ángel Merino