Campañas políticas actuales
Uno de los peores errores que puede cometer una candidatura política es afrontar la próxima campaña electoral desde el rencor, desde la envidia y con sed de venganza por lo que haya podido ocurrir en el pasado frente a otros rivales políticos.
La batalla política debe de contemplarse desde la ventana de la indiferencia, eso si, sin perder de vista en que hemos fallado y en que podemos mejorar nuestra opción de gobierno, no hay mucho tiempo, las elecciones municipales están a la vuelta de la esquina.
El electorado ya tiene bastante con ver y leer las noticias que se producen a diario en los medios de comunicación o en los entornos digitales como las redes sociales. Es más, si no lo ven, se lo hacen llegar a través de memes, fakenews o con un WhatsApp que envía un amigo a primera hora de la mañana. No es cuestión de alterar más a nadie, bastante hay con lo que vemos a pie de calle.
Política inmediata, ahora, ya.
Vivimos al día, lo que ocurrió hace unas horas es pasado, imagínate lo que pudo pasar hace unos meses atrás ¿Quién se acuerda? Nadie, no hay memoria histórica, no interesa. El único que recuerda acontecimientos pasados es Facebook, y ya ven el resultado que tiene. Es la sociedad del morbo constante, los debates televisivos están presentes en todas las cadenas de televisión o en YouTube, las noticias que incitan al enfrentamiento prevalecen sobre las que ofrecen tranquilidad ¿y en política? también.
Y es que tampoco los dirigentes públicos ayudan mucho, insultos, acusaciones, faltas de respeto, la línea que separa el opinar con el respetar hace tiempo que se rompió, y si encima los medios de comunicación se hacen eco de cualquier incidente o disputa, pues más hay para repartir, el ventilador a pleno rendimiento. Por todo esto es más necesario que nunca escuchar algo nuevo, digo escuchar con todo lo que eso conlleva.
¡Háblame a mí de una vez por todas! Te estoy esperando, ¿no lo ves?
Comunicación política sí, pero al vecino.
Mientras, el electorado está esperando a que se dirijan a él, en realidad lleva esperando más de tres años, desde que se celebraron las últimas elecciones generales. Durante todo este tiempo los partidos políticos han dedicado mucho tiempo a debatir, perdón, discutir con el adversario sus programas de trabajo sin prestar demasiada atención en pensar si me estará escuchando el votante de mi comunidad, pueblo o ciudad. Ahora el asesor político y la publicidad política lo tendrán más difícil para sorprender.
Es el juego de la democracia, la que todo lo puede, esa opción de convivencia social que pone y quita gobiernos, la que permite que dentro de unos meses volvamos a decidir quien ofrece el mejor producto político, el más completo, el que mejor me hace para mi bienestar y el de mis seres más cercanos.
El líder político o el partido que mejor haya COMUNICADO A LAS PERSONAS su proyecto de gobierno y haya trabajado mejor su marketing electoral, tendrá muchas más posibilidades de ganar los próximos comicios electorales, así de simple. Esto no va de pelearse con nadie, tampoco de trabajar con la mochila del enfado constante, hay una vida política mejor, por eso somos unos privilegiados, los sistemas políticos democráticos actuales nos permiten decidir a nosotros, nadie nos impone nada.
Esta película que nos toca ver trata de algo que tiene un valor incalculable, la confianza política, esa que ilusiona una y otra vez para seguir participando de la democracia, con respeto, calma y pleno convencimiento de ayudar en solucionar los problemas a la ciudadanía, la venganza déjasela a otros.
Isaac M. Hernández Álvarez
Consultor de comunicación y marketing político