El matador de toros salmantino vuelve a La Glorieta este 15 de septiembre para conmemorar sus 20 años de alternativa en una tarde que compartirá cartel con Padilla y Luis David Adame
Ambición y raza. Fidelidad al toro. Respeto a una profesión a la que tanto debe. Siente, como decía la canción, que es un soplo la vida, que veinte años no es nada. Desde la serenidad de su rincón de cobijo en Ledesma, López Chaves esperaba su cita de hoy en La Glorieta. Se siente torero, vive en torero. El diestro de Ledesma vuelve a vestirse de luces en su Salamanca tras 8 años de ausencia para conmemorar sus dos décadas de entrega al toro.
¿Esperaba verse anunciado en esta Feria?
La verdad es que no, por eso tengo que agradecer mucho a la empresa la sensibilidad que ha tenido conmigo. Yo soy consciente de que hay toreros más jóvenes que se merecen estar, que probablemente hayan hecho más méritos que yo, o al menos los mismos. Pero bueno, este año me ha tocado a mí, todo el mundo lo comprenderá porque 20 años no los cumple cualquiera, y más en activo, sin parar ni un solo año de torear.
Un año emotivo para recordar toda una vida, ¿qué balance hace de estos 20 años?
El balance es positivo, torear es todo lo que he hecho en mi vida. Sí es verdad que a lo mejor hubiera querido estar más tiempo en el circuito de las grandes ferias, pero a lo mejor es que no he hecho méritos para estar ahí. A mí los toros me han sacudido mucho, me han afectado mucho psicológicamente, las cornadas, y de hecho llegó el parón, pero de todos estos años me saco cosas muy positivas. En primer lugar las amistades que he hecho gracias al toro, la cantidad de rincones de todo el mundo que sin esta profesión no hubiera conocido, y por supuesto, los valores que como persona he adquirido.
¿Qué ha sido lo más difícil?
Probablemente el cambio de estar toreando una importante cantidad de festejos en ferias importantes a no hacerlo es duro, pero yo he sido un torero que he tenido los pies en el suelo. Sé cuando yo tenía que estar y cuando no, y aquí nadie quita a nadie de estar en las ferias, aquí te quitas tú o te quita el toro, y en mi caso fuimos los dos. En estos 20 años yo he estado ahí y he estado preparado, y estoy preparado, independientemente de que toree poco. Yo estoy sacrificado al 100% con mi profesión, vivo por y para el toro, y así va a ser mientras yo esté en activo.
¿Qué tienen en común el torero y la persona?
Van muy a la par. Yo no soy un torero que se pone el traje de luces y cambia la personalidad, creo que no es mi caso. Soy transparente, delante y detrás.
Muchas tardes de triunfos en el recuerdo, ¿alguna que guarde con especial cariño?
Ha habido muchas y muy importantes, desde la propia alternativa en Salamanca. Tardes extraordinarias en Madrid sin a lo mejor ese triunfo deseado pero sí tardes muy bonitas, Sevilla, muchos pueblos, no sería capaz de decir una, sí una larga vida de todo lo que me ha dado el toro. América me ha aportado mucho, estar allí solo, mentir sobre una cornada que yo tenía? son muchas cosas
Las cornadas, como decía antes, han marcado la evolución de su carrera?
Totalmente, tengo 14 cornadas en el cuerpo. Dos de ellas graves que me afectaron mucho psicológicamente. Esas que van más allá del dolor físico son las que afectan y marcan. Recuerdo especialmente la de Quito (Ecuador) que me hizo sufrir mucho, fue en una temporada muy buena y con muchas tardes firmadas, fue fuerte y me afectó psicológicamente. Me quitó del medio, me costaba ponerme delante del toro, pero gracias a Dios todo se supera.
¿Cómo ha evolucionado su concepto?
Van pasando los años y vas creciendo en sabiduría, en técnica, en templaza? el tiempo es el mejor maestro que hay. He adquirido un poso que me permite disfrutar de cada muletazo, de saber el porqué de cada uno, conocer los terrenos, la altura de la muleta? eso lo dosifico ahora y antes era todo ansia, todo arrojo, ansia de querer, de triunfo?. Y eso me hacía un torero acelerado y enrazado, ahora es otra cosa.
¿Cuál es el secreto para no cansarse y no perder esa ilusión?
Si te digo la verdad no lo sé, puede ser el apoyo de mi pueblo, de mi peña taurina? y sobre todo que no me ha pesado el toro. Estoy familiarizado con el volumen, con esa mirada, con lo que trasmite el toro, y no me pesa.
Su peña taurina es un ejemplo de fidelidad?
Sin duda. Le debo todo, a mi pueblo y a mi peña taurina le debo mucho. Tantos años toreando y todavía ahora voy a torear un festival y siempre hay alguien en los tendidos. El otro día para una corrida de toros pusieron un bus, y se llenó de mayores y niños, es una cosa que me sigue impactando muchísimo y creo que nunca voy a poder agradecerle tanto.
Ahora ya contando los días para volver a pisar La Glorieta. 8 años después?
La verdad es que sí, estoy ya con el hormigueo en la barriga, ya empiezo yo a mascarlo. Significa mucho torear después de 8 años de ausencia en mi plaza, ahora llega ese momento y el cartel no podía estar más rematado. Con el maestro Padilla he compartido muchísimas tardes, es amigo; y Luis David Adame es un torero joven que viene de cortar orejas en todas las ferias con el aire fresco que necesita la Fiesta. Creo que es un cartel muy bonito, y con la ganadería del Puerto de San Lorenzo que es una de las mejores del momento, y además tengo la gran suerte de tener una gran amistad con toda la familia Fraile.
Estoy muy ilusionado, quiero intentar disfrutar al máximo, que no pese la responsabilidad, y demostrarle a la gente que si me han puesto es por algo.
¿Han dolido mucho estos años fuera de su tierra?
Duele, pero entiendo que no tenemos cabida todos. He toreado en la feria muchísimos años seguidos, es lógico que tienen que entrar otros toreros, porque son más jóvenes, hay que dejar paso, pero claro que duele. De hecho, el primer año que me dejaron fuera de la Feria yo creo que es de las pocas veces que me han salido lágrimas por no estar en un cartel. Pasa un año, y otro año, y ya no estás? y se ve un poco imposible, hasta que mira, llega este
¿Quedan más tardes importantes esta temporada?
Nada más. La temporada ha sido floja, me mantienen muy vivo los festivales y las tardes en Francia. Corridas de toros solo tengo esta. Hemos estado pendientes de Madrid pero no ha podido ser.
¿Se siente respetado en su profesión?
Me siento muy respetado, aunque no haya escrito una página importante en el toreo, con los profesionales sí que siento ese respeto, ese cariño. Con chavales nuevos, con novilleros, con toreros de mi época, es mucho tiempo estando ahí, matando esas corridas duras y siempre dando la cara. La gente me respeta, siento ese cariño.
¿Piensa en la retirada?
Ahora mismo no lo pienso, porque si pensase ya tendría mis dudas delante de los toros. Ahora mismo estoy disfrutando de la profesión, estoy preparado para pelear con cualquiera, pero sé que tiene que llegar. No sé cuándo.