Vuelta al cole

"No debemos intentar que nuestros hijos se adapten a la nueva rutina de manera brusca y forzada; hay que dejar que suceda con naturalidad"

La vuelta al colegio se puede convertir en un reto, tanto para los más pequeños como para los propios padres: rabietas, llantos, madrugones... Septiembre simboliza la llegada de hábitos a los que los hijos tendrán que volver a adaptarse debido a que las aulas "esperan" ¿Qué hacer para que el trauma no llegue al psicólogo?

Ajustar sus horarios, al menos, una semana antes del comienzo escolar

En verano se han olvidado del reloj, pero con la llegada del otoño estos se limitan: despiérteles en los 8 días de prueba, a la hora que tendrán que hacerlo durante el curso, asegúrese que desayunen, no cualquier bobada, el desayuno es la principal comida que proporcionará energía durante parte del día... ir haciéndolo paulatinamente. Pero no solamente los niños, los padres han de hacer de su vida otra rutina en días previos de esta forma resultará para ambos mucho más fácil la integración.

Antes de que comiencen las clases saca temas de conversación relacionados con el colegio, el entorno académico: amigos, profesores...personas que le guiarán unas de nuevo y otras ya conocidas de años anteriores con las que ya tiene un vínculo forjado y que sin duda despertarán en él ilusión.

Para nosotras, ir de compras ha sido el remedio más recurrido en caso de tener un mal día o estar de baja emocional. La compra del material escolar puede ser una actividad de lo más normal, pero recuerden que para ellos se convierte en un momento mágico, que les llena de ilusión por comenzar el nuevo curso con su nuevo material y vestuario, así que cuando vaya de tienda escolar, llévele con usted para que participe en tomar decisiones como: renovar el material escolar, libros, bolígrafos, cuadernos, pinturas etc...; que le ayude a forrar los libros, o a pegar su nombre en los accesorios escolares. Resulta muy beneficioso para él que se involucre en ese tipo de toma de decisiones, introduciéndole poco a poco. En la dinámica académica. Esto no debe convertirse en una táctica consumista y conformista. Para evitar caer en ese error, " una revisión profunda en su habitación, recopilar todo el material acumulado del curso anterior y revisar si aun sirve y podemos reutilizar.

Madrugar no es fácil, ni siquiera para los adultos, así que poco a poco usted se ha de poner en la piel del niño y procurar comprender sus berrinches, para no caer en patologías, dialogo es muy importante y necesario. Cuéntale lo divertido que puede llegar a es ver a sus amigos, a sus profesores favoritos, estrenar todo el material escolar y presumir de las últimas compras, su nueva aula?intente abordar el tema con humor y compartir pensamientos en común, "cuéntele que a usted, como adulto, también le cuesta madrugar y tener que ir a trabajar, pero que es algo que tenemos que hacer, será muy positivo para él y un mejor futuro

El objetivo tiene que ser que su hijo interprete ir al colegio, ya no únicamente como una obligación (que lo es), sino más bien como algo positivo, que le beneficia y donde aprenderá cosas nuevas e interesantes". Además, aconsejo que el primer día de colegio los padres acompañen a los hijos, para que se sientan más tranquilos, sosegados y protegidos.

Los niños cada vez están más unidos a las nuevas tecnologías. Se han convertido en el accesorio básico pero puede convertirse en el peor enemigo si hacen que su uso provoque que los estudios pasen a un segundo plano. La tarea de separarles de ese tipo de aparatos, como móviles o tabletas, puede convertirse en todo un reto para los padres. Es cierto que durante el verano suelen pasar más horas de los normales pegados a esas pantallas, pero con el regreso a las aulas el consumo se debe reducir, ya que puede convertirse en una distracción peligrosa para su rendimiento académico si no se usa con moderación.

Cada vez hay más actividades extraescolares a las que tu hijo puede optar durante su tiempo libre: judo, tenis, baloncesto, natación, talleres científicos, ajedrez...pero tenga en cuenta, por mucho que a usted le apasionen lo mejor es consultar al profesional cual conviene para un crecimiento integral. No sobrecargue a su hijo, tenemos niños que trabajan muchas más horas que sus padres y eso no vale, el niño ha de disfrutar, se relajarse e ir con ganas.

¡Déjele que diga "me aburro" necesitan tener tiempo para aburrirse, porque ese tiempo verdaderamente les ayudará a reflexionar, a conocerse mejor a sí mismo, a volverse más independientes.". En ocasiones los padres se empeñan en rellenar el horario de sus hijos con actividades muy seguidas, y eso puede llevarle a una sobre estimulación que puede resultar nociva.

Padre e hijos ¡feliz regreso a las aulas!