"La principal culpable es la industria, pero también tiene que mover ficha la administración", afirma el presidente de ASAJA Castilla y León
Con el lema 'Sin precios justos la ganadería se acaba', varios cientos de ganaderos de ovino de leche de Castilla y León han protestado frente a las puertas de la Consejería de Agricultura en Valladolid. El motivo una vez más son los ínfimos precios que desde 2015 está recibiendo el sector, un precio que ni siquiera cubre los costes de producción. ASAJA, junto a Uccl y varias cooperativas del sector del ovino de leche, han respaldado la convocatoria, justo en un momento en el que el precio pagado por litro de leche de oveja está bajo mínimos, y las perspectivas no son nada positivas.
El sector del ovino de leche, de indudable importancia socioeconómica en Castilla y León, "no está siendo apoyado ni por la Junta ni por el ministerio de Agricultura, en la defensa de un precio digno por la leche que venden a las industrias, para atender a sus pactos con la gran distribución". Los bajos precios, que están muy lejos de cubrir los costes de producción, no responden a situaciones coyunturales de mercado, sino a la estrategia conjunta de las industrias compradoras de estrangular al sector primario desde su situación de fuerza.
Aunque cada año más de un centenar las explotaciones abandonan, en Castilla y León hay hoy unos 2.250 profesionales de ovino de leche, que aportan 295 millones de los algo más de 500 millones de litros que se producen en España. Es decir, el 60 por ciento de la leche de ovino se produce aquí, y también es predominante el peso de la industria quesera.
Sin embargo, mientras hoy el ganadero de Castilla y León recibe 71 céntimos por litro, en la vecina La Mancha está percibiendo 85, "una diferencia de 14 céntimos que son los que permiten vivir al ganadero", subraya Donaciano Dujo, presidente de ASAJA de Castilla y León. Además, hay que tener en cuenta que el sector estima en alrededor de 84 céntimos los costes de producción por litro, lo que da una idea del drama que viven nuestros ganaderos, que trabajan a pérdidas desde hace mucho tiempo.
Para Donaciano Dujo, "la principal culpable es la industria, pero también tiene que mover ficha la administración. La consejera no es la culpable de que los precios sean bajos, pero sí la responsable de defender al sector frente a los intereses de la industria y distribución". El presidente de ASAJA ha afirmado que "es fundamental la unidad del sector, tanto de los ganaderos, como de las organizaciones y de las cooperativas, para que no haya fisuras en nuestra postura de lograr un precio digno, porque de ello depende el futuro de muchas familias".
Además, Dujo ha pedido el apoyo y concienciación del consumidor, "porque tiene que saber que si un queso vale a 6 euros el kilo o bien no es queso de oveja o bien se está arruinando al ganadero al que se ha comprado la leche para fabricarlo".
ASAJA no entiende que la administración esté retrasando la publicación del estudio que se comprometió a hacer sobre los costes que tienen las granjas de ovino, estudio que debería servir de base para frenar que se siga vendiendo el producto a "infraprecio".
Los costes de producción deben ser el punto de partida de la negociación de cualquier contrato, por lo que una vez fijados en el estudio de la Consejería, éstos deberían trasladarse de forma inmediata a los contratos en vigor, propiciando un marco estable de negociación entre cooperativas, industria y distribución, con la Administración como "árbitro". Y no como ocurre con los precios de los contratos actuales, que no se han negociado, sino que se han impuesto de manera unilateral por la industria.