Viento de tocas

Dicen que el aire como el amor no se ven, pero hacen notar su presencia. Y si la intensidad es grande son capaces de transformar todo lo que hay alrededor. Parece increíble que una mujer con una cabeza tan dotada de inteligencia, decidiera ir por la vida con ella cubierta con una simple toca religiosa. Eran tiempos en los que esto denotaba sumisión o cumplimiento de normas sociales. Pero Teresa de Jesús provocó a su alrededor tal giro de ideas y comportamientos, que su aire de monja obediente y recatada dio paso a un viento de revolución y cambio. Simplemente se puso en camino. Su enamorado Jesús de Nazaret dio fuerza a su existencia que dedicó, como Él lo hiciera, a sus semejantes, sobre todo a las mujeres relegadas a un segundo plano, y dio sentido a unas palabras que nos han llegado con una lucidez intelectual y espiritual que no han dejado indiferente al mundo.

Podría ser la vida de cualquier mujer de marcado carácter, don de gentes, y convicción en unos principios que pudieran parecer que vienen de otra dimensión por su consistencia y valentía. Pero sin perder de vista su insoslayable faceta de ser humano. 'Lazarillo de Tormes', grupo de teatro que sigue demostrando sus capacidades escénicas con su obra "Teresa, la jardinera de la luz" ha puesto de relieve en este montaje un retrato humano de Teresa, que conduce a la comprensión del reconocimiento que se ha hecho de su dimensión espiritual e intelectual. Aires de cambio fundamentales para ver desde la perspectiva que le corresponde a un ser que se nos antojaba lejano e inaccesible. Aires de cambio en una forma de hacerlo tan original y evidente en sus enfoques, que hacen de "Teresa, la jardinera de la luz" una obra imprescindible. Y el aire nuevo de unas hermanas carmelitas, el de hace cinco siglos, sopló en una localidad que alberga en su término un parque eólico que proporciona la tan útil energía del viento, y que lleva el casual nombre de Las Dueñas. Membribe de la Sierra se rodea de aires mágicos tan necesarios en estas calurosas tardes de agosto.

Recibir a "Teresa, la jardinera de la luz" en su parroquia de san Román ha supuesto para los habitantes de Membribe un regalo especial de fin de fiesta de su tan venerado patrón, san Roque. Después de pasearlo por sus calles y compartir entre todos, comidas, bailes populares, juegos para los más pequeños y espectáculos taurinos para adultos, un grupo de espectadores curiosos se reúnen en el recinto que desde tanto tiempo atrás ha sido testigo de sus vidas, para conocer de primera mano otra, tan bien presentada y renovada que todas las nociones que sobre ella se puedan albergar toman un cariz diferente. Este pueblo que encierra en su nombre los ecos de sonidos de otro pueblo leonés que da información sobre pobladores ancestrales de aquel reino, tiene memoria también de la antigua iglesia ya derruida, pero que estuvo flanqueada por dos columnas que no eran otra cosa que miliarios romanos que marcaban la longitud de los caminos, y que el Museo de Salamanca guarda con tanto celo en su entrada de acceso por el Patio de Escuelas. Ahora Membribe abre las puertas de su reciente templo, y las huellas de una "andariega" incansable llega desde los caminos de la Historia con la suya propia.

Las monjas de "Teresa, la jardinera de la luz" volvieron a hablar de su maestra, de la mujer que pisó tierra y se abrió paso por tantos caminos para llevar vientos nuevos de libertad a la sociedad de su época, con un fuego que sedujo a reyes y prelados, a hombres y mujeres con la fluidez de un río siempre permanente, siempre cambiante.

Con elegante profesionalidad 'Lazarillo de Tormes trabaja en su puesta en escena con un guión en el que se entremezclan los poemas, textos, palabras y anécdotas de una monja que es el todo del que parten y al que llegan en momentos tan sublimes que se hace difícil separar al actor del personaje. La música renacentista que el maestro Salinas ofrece en directo, llevó a los espectadores de Membribe de la Sierra a Alba de Tormes, para ser testigos de que nadie sube a los altares sin haber dejado antes una profunda señal en el corazón de los hombres. Su entrañable san Roque, desde su peana parecía mirar ufano al púlpito inquisitorial, sabedor de dónde acaban las palabras ignorantes de hombres ignorantes. El gran acierto de la Diputación de Salamanca es haber reconocido el valor de un trabajo digno y rico al que sigue acompañando por esos caminos de nuestra provincia para que llegue al mayor número de espectadores posible. "Teresa, la jardinera de la luz" acabará siendo como los miliarios de la vieja iglesia de Membribe, marcando distancias, sosteniendo y apoyándose en esas iglesias que como su eje central forma ya parte de todos.