El grupo de Teatro 'Lazarillo de Tormes' representó su conocida obra en el marco del conjunto de actuaciones Impulsadas por la Diputación de Salamanca
Es conocido como el Alcornoque Gordo de Calahorra. Se encuentra en el término municipal de Santiz, un pueblo ubicado al norte de Salamanca, tan fronterizo con la provincia de Zamora, que el imponente castillo del pueblo vecino de Alfaraz, parece mirarlo desde su altura de tantos siglos de señorío. Sin embargo los 600 años de este alcornoque le ha valido la pertenencia a las llamadas 'catedrales vivas', que dotan a algunos elementos de la naturaleza de cierta clase de entidad con alma que albergan sus propias leyendas. En este caso se dice que dentro de las entrañas del alcornoque estaban los niños que los vecinos de Santiz recogían como nacidos de la misma Tierra. Preciosa historia como otras tantas que se alimentan de las palabras y creencias de las gentes que a lo largo de siglos las han hecho pervivir. Y hasta parajes tan abonados para enlazar misterio y realidad secular, llegó en otra calurosa tarde de agosto y de la mano de 'Lazarillo de Tormes', 'Teresa, la jardinera de la luz'.
Este grupo de teatro, sigue en su rutina siempre cambiante y original de hacer llegar a todos los pueblos de Salamanca este montaje teatral que trata de la figura de una mujer, que también se está convirtiendo en monumento vivo, y cuya vida y obra, gracias al nuevo enfoque que 'Lazarillo de Tormes' ha sabido darle, es un medio para entender la humanidad que encierran algunos personajes que parecían carentes de ella.
Desde los altares de las iglesias a los que se la había encumbrado, Teresa de Jesús ha bajado para darse a conocer como la auténtica mujer que fue y que revolucionó toda la intelectualidad y religiosidad del XVI.
Situado este pueblo en la ladera de un altísimo teso, el llamado del Santo, que probablemente fuera el origen de su nombre, ha sabido de enfrentamientos entre diócesis por su jurisdicción. Zamora y Salamanca pelearon por ella, y las batallas no han sido ajenas en su historia, porque los mismos caballeros de san Juan de Jerusalén allí se instalaron. Quizá por ello el precioso y valiosísimo Cristo de su parroquia de san Miguel Arcángel lleva la advocación de 'las Batallas'. Otra muy singular se libró en su altar mayor, cuando el grupo de teatro 'Lazarillo de Tormes' ofreció a los habitantes de Santiz, la que tuvo que librar la carmelita del XVI, a lo largo de toda una vida entregada por entero a ese Hombre crucificado a quien tanto admiraba y cuyo amor le proporcionó la luz y fuerza que la convirtieran en un auténtico patrimonio vivo.
En la iglesia de Santiz, san Miguel Arcángel, defensor de las profundas creencias que a ultranza transmiten algunos privilegiados, presenció la batalla que dialécticamente entablan unas hermanas carmelitas ante el castillo-baluarte que presenta un púlpito en el que se atrincheran los argumentos retorcidos de La Inquisición, cuyo representante masculino simboliza a una sociedad llena de prejuicios y aspiraciones de poder entre muchos de sus miembros.
Como las casas de esta localidad arracimadas en la ladera del Teso, estas mujeres lo hacen ante el retablo de un altar que pretende ser el del convento de Alba de Tormes, para plantar cara con sus argumentos y los de su madre a la amenaza de hoguera que sobre ella recae. La calidad en la reconstrucción de la vida y obra de la carmelita, así como la belleza de toda la puesta en escena, ha subyugado a todo tipo de espectadores. Por ello la Diputación ha entendido que su colaboración para que 'Teresa, la jardinera de la luz' llegue a todos debe ser como ese viento que nace del Parque Eólico de Santiz, para que se expanda la creación viva de toda una existencia, la de Teresa, que supo gracias a su inteligencia y formación privilegiadas, lo que es el poder de la palabra para llegar a todos y conquistar cualquier espacio.