ALBA DE TORMES | Los pescadores albenses, fieles a la tradición, rescatan el cuadro con su imagen y liberan a los peces de sus redes
Un año más, la Virgen del Carmen surcó las aguas del Tormes a su paso por la villa ducal. Es sin duda la procesión fluvial más representativa de este día en la provincia de Salamanca, una celebración que hace que vecinos y turistas se agolpen junto a las márgenes del río, en el puente, o en el mirador cercano a la Basílica Teresiana para ser partícipes de la procesión.
La Virgen del Carmen, portada en la barca de la familia Cosme, estuvo acompañada por multitud de embarcaciones en su tránsito del agua a tierra. No faltó a su cita el carmelita, Gabriel Serrano, que como es costumbre entonó "vivas" y cánticos dedicados a la virgen.
De manera previa a su desembarco en tierra, un vecino se sumergió en las aguas para recoger la imagen de la virgen en forma de cuadro que custodia el río Tormes. Tras recuperar el cuadro, los pescadores sacaron de sus redes de pesca varios peces vivos que devolvieron al cauce del río antes de pisar tierra firme. Una vez ya en tierra, la imagen de Nuestra Señora del Carmen marchó en procesión hasta encontrarse con otra imagen de la Virgen del Carmen situada en la zona baja de la Basílica Teresiana. Todo bajo la atenta mirada de centenares de fieles.
Un día emotivo
Ha sido un año duro para los pescadores, especialmente para los albenses, que han visto como dos de sus compañeros, Isidro y Paco, perdían la vida en los últimos meses mientras practicaban la pesca en aguas que fueron testigo de su vida y afición.
Nuevo estandarte
Durante el mes de julio, los Carmelitas Descalzos de Alba de Tormes han celebrado una Solemne Novena con misas, rosarios, vigilias, adoraciones y ofrendas rosales a la Virgen.
La Cofradía del Carmen de los Carmelitas Descalzos también ha estrenado un nuevo estandarte en este Año Jubilar Teresiano, que ha sido un regalo de una familia de Alba de Tormes y que se ha expuesto durante todas las celebraciones de la novena en la iglesia de la Anunciación.
Fotografías: Silvia López / Roberto Jiménez